Los Ángeles
“Cuando se trata de nuestro aire puro y el cambio climático, no bajaremos la guardia”, asegura Kevin de León, presidente del Senado de California.
“La contaminación no reconoce fronteras”, asegura a EL UNIVERSAL el hombre que propuso e impulsó la ley SB 100, la cual prevé que para 2045 California obtenga 100% de su electricidad de fuentes renovables. La ley fue firmada por el gobernador del estado, Jerry Brown.
El objetivo es ambicioso; se prevé que para 2030 las empresas de energía eléctrica en el estado deberán obtener 60% de su producción, de fuentes renovables. “No nos queda de otra, tenemos que caminar hacia ese propósito”, asegura y toca un tema espinoso, pero de enorme importancia, “cuando se habla de los coches, de los coches eléctricos, es un desafío, porque —en principio— no existe la misma infraestructura de cargadores [refiriéndose a estaciones para reabastecer de energía a los autos eléctricos, como hoy existen las gasolineras] y por eso mi política es construir la infraestructura en California, a lo largo y ancho del estado, los cargadores necesarios, para cargar los coches y eso va a disminuir mucho más las emisiones de dióxido de carbono ”, plantea.
Pero eso no es todo: “Vamos a democratizar los beneficios fiscales de las personas que apoyen y usen vehículos eléctricos; especialmente a las de bajos ingresos”, anuncia el senador De León.
Queda claro que con esta nueva ley, California vuelve a retar al presidente Donald Trump y sus políticas sobre el tema. “Independientemente de lo que haga [el gobierno de] Washington, California mostrará el camino a seguir. Estamos enviando un claro mensaje al resto del mundo de que ningún presidente, no importa cuán desesperadamente intente ignorar la realidad, puede detener nuestro progreso”, afirma.
De León está interesado en compartir esta política pública con México, “porque los contaminantes no reconocen fronteras”, reitera, y lanza una invitación al equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador a revisar la ley SB 100 para tratar de inspirar acciones similares.
Reconoce que hay importantes diferencias para ejecutar algo similar en México, porque, en principio, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es una empresa paraestatal, modelo que no existe en Estados Unidos, pero señala que un inicio sería que las dos cámaras del Congreso —senadores y diputados—, junto con el presidente promovieran y promulgaran una política pública para llegar a 100% de energías limpias.
Incluso, el senador de León ofreció su asistencia: “Yo estoy dispuesto a ir allá —a México— para ayudar, asistir a mis colegas (...) para lograr el objetivo”.
Señala que un punto muy favorable de esta ley, además del beneficio ambiental, es que genera nuevas plazas laborales.
“La energía solar, el viento, la eficiencia energética y otras fuentes de energías limpias ahora emplean colectivamente a más de medio millón de californianos; ya hay casi 10 veces más trabajos de energía limpia en California, que trabajos de minería de carbón en todo EU”, señala orgulloso el líder del Senado californiano. “Hoy hemos superado la meta más ambiciosa del mundo para expandir las energías limpias y poner a los californianos a trabajar. Ahora más que nunca, es fundamental que redoblemos el liderazgo climático”, concluye De León.