Los trabajadores de California pronto podrían ignorar los mensajes de sus jefes una vez finalizada la jornada laboral.
El asambleísta demócrata Matt Haney, de San Francisco, presentó en febrero una iniciativa que se está estudiando en la legislatura estatal sobre "el derecho a desconectar", informó el diario The New York Post.
La medida se produce en momentos en que crece, a nivel mundial, la cifra de empleados con el síndrome de burnout, o agotamiento, ante el aumento de horas laborales y de presión. Los mensajes fuera del horario laboral se han vuelto algo común y la pandemia agravó la situación.
La iniciativa 2751 "exigiría a un empleador público o privado establecer una política en el lugar de trabajo que proporcione a los empleados el derecho a desconectarse de las comunicaciones del empleador durante las horas no laborables, excepto en casos específicos", explicó el Post.
De este modo, salvo en casos de emergencia o porque así se haya acordado, los trabajadores tendrían "derecho a ignorar las comunicaciones del empleador durante las horas no laborables". Las horas no laborables se establecerían mediante un acuerdo por escrito entre los trabajadores y el empresario, señala el proyecto.
Si el empresario incumple la norma, podría enfrentar una sanción civil de al menos 100 dólares (mil 651 pesos mexicanos), según el proyecto actual.
De aprobarse, California se convertiría en el primer estado de Estados Unidos en contar con una ley así.
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Sin embargo, son varios los países que han aprobado iniciativas en ese sentido. Francia fue el primero en avalar, en 2017, la ley del "derecho a desconectar".
"Los empleados se van de la oficina, pero nunca se desconectan del trabajo porque siguen amarrados con esta especie de correa de perros electrónica a través de teléfonos y computadores. Eso tiene un efecto en la psiquis de una persona y había que cambiarlo", dijo en su momento Benoit Hamon, un legislador del partido socialista francés que apadrinó la movida.
Medidas similares se han aprobado en Italia, Bélgica, España, Irlanda, Canadá, Australia y Portugal, que aprobó una legislación de este tipo en el 2021.
En cada caso, varían los detalles. En Bélgica, por ejemplo, solo aplica para empleados federales, mientras que en Portugal es para empresas con más de 10 empleados. Algo parecido pasa en Ontario, Canadá, mientras que en el caso de Australia es solo para profesores de colegios y universidades.
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El último ejemplo se vivió en Kenia el año pasado, donde se presentó un proyecto de ley para prohibir llamadas, correos electrónicos o mensajes por WhatsApp una vez ha concluido el trabajo del día y, por ejemplo, durante el fin de semana.
En un artículo reciente Ariane Ollier, experta en estos temas en la Universidad de Ontario, explicó que el derecho a desconectarse es importante porque está relacionado a la misma productividad del trabajador.
"En este tipo de jornadas continuas, donde nunca se presenta una desconexión real, la persona no termina descansando. O cuando lo hace es con el remordimiento de que está dejando de hacer trabajo, que le espera en el escritorio de la casa. Y eso a la larga afecta su rendimiento en general", sostuvo Ollier.
Curiosamente, más allá de iniciativas como la de California, Estados Unidos no ha estado a la avanzada en las leyes sobre desconexión laboral.
mcc