Miami.— En un nuevo esfuerzo por, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha tomado medidas significativas para establecer a California como un refugio seguro para las mujeres que buscan servicios de aborto. Esta iniciativa es especialmente relevante para las mujeres en estados donde el aborto ha sido prohibido, como en Arizona, o restringido de manera significativa en muchos otros.

“Newsom está promoviendo lo que podría calificarse como turismo de aborto”, señala Pablo Salas, analista, desde Florida a EL UNIVERSAL. “El futuro del aborto sigue siendo incierto en varios estados. Un ejemplo claro es aquí, en Florida”, con la ley de seis semanas del gobernador republicano Ron DeSantis.

El estado de Arizona, por ejemplo, se convirtió recientemente en un punto focal en el debate sobre el derecho al aborto. En un giro histórico de los acontecimientos, Arizona reactivó una ley que data de 1864, que prohíbe casi todos los abortos, mucho antes de que fuera un estado de la Unión Americana.

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Defensores del derecho a decidir durante una manifestación en abril pasado, afuera del Capitolio de Phoenix, Arizona, donde está en
suspenso la entrada en vigor de una ley que restringe el aborto casi por completo. Foto: AP
Defensores del derecho a decidir durante una manifestación en abril pasado, afuera del Capitolio de Phoenix, Arizona, donde está en suspenso la entrada en vigor de una ley que restringe el aborto casi por completo. Foto: AP

Esta ley había quedado en desuso durante décadas tras la histórica decisión de Roe vs Wade de la Corte Suprema de Estados Unidos en 1973, que legalizó el aborto a nivel nacional y que fue derogada casi 50 años después, en junio de 2022.

Según esta ley de Arizona, que ha vuelto a promulgarse el pasado 9 de abril, para entrar en vigor el 23 del mismo mes, cualquier persona que proporcione, suministre o administre un aborto en cualquier etapa del embarazo puede ser condenada a prisión de dos a cinco años, a menos que sea necesario para salvar la vida de la madre o el embarazo haya sido por violación o incesto. Por ahora, la ley está en suspenso. El pasado 13 de mayo, un juez accedió a la petición de la fiscal estatal Kris Mayes de retrasar la aplicación de la ley de 1864, concediendo una suspensión de 90 días, por lo que no podría aplicarse antes del 12 de agosto.

La gobernadora Katie Hobbs firmó además la derogación de la prohibición del aborto, pero esta medida no entrará en vigor hasta 90 días después de que la legislatura estatal levante la sesión anual.

La legislación de 1864 convierte el aborto en delito grave, punible con hasta cinco años de prisión para las mujeres que lo practiquen y quienes les ayuden, incluyendo médicos y enfermeras. La única excepción contemplada es cuando la vida de la madre está en “grave peligro”.

Actualmente, 14 estados han implementado prohibiciones casi totales al aborto, cerrando efectivamente las puertas a este derecho en vastas regiones. Georgia y Carolina del Sur han establecido leyes que prohíben el aborto después de aproximadamente seis semanas de embarazo. En Florida, este mes entró en vigor una ley con la misma restricción, aunque con la posibilidad de que en noviembre la gente la rechace en las urnas. Médicos señalan que seis semanas es un periodo tan breve que muchas mujeres aún no saben para entonces que están embarazadas.

En respuesta a estas restricciones, algunos estados han tomado medidas para blindar y proteger los derechos al aborto. “Esto lo han logrado a través de la promulgación de leyes o mediante la celebración de referendos que buscan asegurar el acceso al aborto como un derecho fundamental”, explica Salas.

El tema del aborto está encontrando un lugar prominente en la agenda política, con iniciativas para llevar los derechos al aborto a las urnas en varios estados. Estos esfuerzos reflejan el deseo de proteger estos derechos, así como de responder a las políticas restrictivas, subrayando la naturaleza polarizada de este debate crucial en la sociedad estadounidense. El presidente Joe Biden tiene el tema como caballo de batalla, advirtiendo que los estadounidenses cobrarán a los republicanos en las urnas, en noviembre próximo, por haberse metido con el derecho de las mujeres a decidir.

Consciente de todo esto, el gobernador Newsom ha anunciado planes para casi duplicar los fondos destinados a promover el acceso al aborto en California. Con un presupuesto inicial de 68 millones de dólares, ya asignados para este tema, Newsom tiene la intención de incrementar el presupuesto estatal en 57 millones de dólares adicionales.

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“Este aumento de fondos tiene como objetivo garantizar la afluencia de pacientes de otros estados que podrían viajar a California para acceder a los servicios de aborto”, señala Pablo Salas. Si logra su objetivo en la legislatura dominada por su partido, los demócratas, el gobernador asignaría un total de 125 millones de dólares a este tema que considera central.

Además, Newsom ha lanzado un sitio web denominado abortion.ca.gov, que proporciona información sobre los derechos legales de cada persona y recursos de asistencia legal en ese estado. El sitio web está diseñado para proporcionar información a las personas tanto dentro como fuera de California sobre cómo acceder a los servicios de aborto en el estado. “Sin duda, turismo de aborto”, insiste el analista.

Estas acciones forman parte de los esfuerzos de Newsom para reforzar la infraestructura de atención médica de California y ampliar el acceso a los servicios para los pacientes. Con estas medidas, California se está posicionando como un líder en la protección del derecho al aborto y en la promoción de la salud y los derechos reproductivos de las mujeres.

Newsom dijo en abril que está trabajando en una legislación de emergencia para permitir que médicos de Arizona se trasladen a California a realizar abortos.

“Creo que necesitamos empezar a enfocarnos en el tipo de avances que necesitamos”, dijo.

“La fiscal general de Arizona, Kris Mayes, identificó la necesidad de agilizar la capacidad de los proveedores de aborto de Arizona para seguir prestando atención a los arizonenses como una forma de apoyar a los pacientes en su estado que buscan atención del aborto en California”, dijo a su vez el vocero de Newsom, Brandon Richards. “Estamos respondiendo a esta llamada y tendremos más detalles para compartir en los próximos días”, explicó.

Más allá del apoyo directo a las mujeres que buscan servicios de aborto, las acciones del gobernador de California Gavin Newsom y su administración reflejan una postura política y social más amplia que busca afirmar y expandir el acceso al aborto frente a las restricciones crecientes en otros estados. California se erige de esta manera como líder en la defensa de los derechos reproductivos, marcando un contrapunto claro a la inacción o las políticas restrictivas en otras partes del país.

Sin embargo, los estados con restricciones crecientes al aborto buscan blindarse de este “turismo de aborto”.

Legisladores de Alabama, Tennessee y Oklahoma han presentado leyes que prohíben a las menores viajar fuera del estado para abortar sin el consentimiento paterno. Estos tres estados están entre los que tienen las leyes “más restrictivas” contra el aborto, de acuerdo con el Instituto Guttmacher, un grupo de investigación que apoya el derecho al aborto y da seguimiento a las leyes sobre el tema en Estados Unidos. “El aborto está completamente prohibido en Alabama, con excepciones muy limitadas”, señala en su sitio web. La misma descripción va para los otros dos estados.

Newsom ya reaccionó. “La prohibición del aborto en Alabama no contempla excepciones por violación o incesto. Ahora los republicanos intentan criminalizar el viaje de las mujeres jóvenes para recibir atención abortiva”, publicó en X. “No podemos permitir que se salgan con la suya”, añadió.

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Más abortos, pese a restricciones

Un estudio actualizado por el mismo Instituto Guttmacher el pasado 10 de mayo indica que a pesar de la derogación de Roe vs Wade y de las restricciones al aborto en 14 estados, el número de interrupciones de embarazos en 2023 fue de un millón 37 mil —sólo en el sistema de atención médica formal—, lo que representa un incremento de 11%.

“Mientras que el acceso ha disminuido drásticamente en los estados con prohibiciones, casi todos los demás estados han experimentado aumentos sustanciales en el número de abortos practicados”, explica. En particular, los estados que tienen frontera con aquellos donde se elevaron las restricciones, tuvieron los aumentos más grandes en el número de abortos.

Según el instituto, “los abortos en estos estados aumentaron un 38% entre 2020 y 2023, con aumentos particularmente pronunciados en Illinois [37 mil 700 abortos más que en 2020, o un aumento de 71%]; Nuevo México [15 mil 70 abortos más, un aumento de 256%]; Virginia [14 mil 420, un aumento de 77%] y Carolina del Norte [13 mil 890, o 44%]. Gran parte del aumento en estos estados se debió al incremento de los desplazamientos a través de las fronteras estatales. Illinois, por ejemplo, prestó servicios de aborto a unas 26 mil pacientes más procedentes de fuera del estado, lo que representa 69% de su aumento global”.

También atribuyó el incremento de abortos al “aumento de las ayudas económicas” tras el fin de Roe vs Wade, “especialmente las procedentes de fondos para el aborto. Fue una fuente fundamental de financiación para las personas que vivían en estados que prohibían el aborto, y puede que también haya aumentado el acceso de muchas personas que viven en estados que no lo prohíben”.

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