COLLEYVILLE, Texas.— El hombre que murió tras la toma de rehenes en una sinagoga en este estado del sur estadounidense fue identificado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) como Malik Faisal Akram, un británico de 44 años, y el incidente fue calificado el domingo por Estados Unidos y Gran Bretaña como un “acto terrorista”.
Los cuatro rehenes —entre ellos un respetado rabino local, Charlie Cytron-Walker— fueron liberados ilesos la noche del sábado tras 10 horas de secuestro.
Malik Faisal Akram fue asesinado a tiros después de que el último de los rehenes saliera alrededor de las 9 de la noche del sábado en la Congregación Beth Israel, cerca de Fort Worth.
La policía antiterrorista del noroeste de Inglaterra, que participa de la investigación iniciada por autoridades estadounidenses, confirmó la identidad del hombre y precisó que era originario de Blackburn en Lancashire (norte de Inglaterra). Horas después, la policía antiterrorista británica informó de la detención de dos adolescentes en el sur de Manchester, ligados a la toma de rehenes.
El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró que el incidente fue “un acto de terrorismo” relacionado con “alguien que fue detenido hace 15 años y ha estado en la cárcel por 10 años”, aparentemente confirmando versiones de prensa según las cuales el secuestrador exigía la liberación de la científica paquistaní Aafia Siddiqui, condenada por terrorismo a 86 años de prisión. “Esto fue un acto de terrorismo”, subrayó Biden en declaraciones al llegar a Philadelphia, donde participó junto a la primera dama en un acto de voluntariado con motivo del festivo de Martin Luther King.
El mandatario estadounidense prometió además “oponerse al antisemitismo y al aumento del extremismo en este país”.
La ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, calificó el secuestro que tuvo lugar el fin de semana en una sinagoga de Texas como un “acto de terrorismo y antisemitismo”.
“Mis pensamientos están con la comunidad judía y con todos los afectados por este atroz acto en Texas. Condenamos este acto de terrorismo y antisemitismo”, manifestó la jefe de la diplomacia en Twitter.
Tras el final del enfrentamiento en la noche del sábado, el agente especial del FBI Matt DeSarno dijo a periodistas en Colleysville que la investigación tendría “un alcance global”.
El rabino que estaba entre los cuatro rehenes dijo que el británico que los mantuvo cautivos se tornó “cada vez más belicoso y amenazante”. Charlie Cytron-Walker consideró que el entrenamiento en seguridad que su congregación ha recibido a través de los años le ayudó a él y a los otros rehenes a salir airosos de la situación.
Indicó en un comunicado que, sin esa instrucción, “no hubiéramos estado preparados para actuar y huir cuando se presentó la ocasión”.
Un hombre que se identificó como hermano de Akram dijo en Facebook que el sospechoso tenía problemas mentales: “Como familia, no aprobamos ninguna de sus acciones y nos gustaría disculparnos sinceramente y de todo corazón con todas las víctimas involucradas en el desafortunado incidente”, dijo.