Berlín.— El gobernante partido conservador CDU en Alemania y sus aliados socialdemocratas perdieron más de 10% de sufragios cada uno en las elecciones regionales de ayer en el estado de Hesse, lo cual debilita la coalición de Angela Merkel y abre dudas sobre su futuro.
Socios de la coalición dieron a los conservadores de la canciller alemana hasta el año que viene para mostrar más resultados de sus políticas, y amenazaron con poner fin a su alianza si no hay mejorías en los resultados electorales.
Dos semanas después de las elecciones en Baviera, catastróficas para la alianza de gobierno, los comicios de ayer volvieron a mostrar fuertes caídas del oficialismo y un gran avance de los Verdes y la extrema derecha, que por primera vez ingresó al parlemento regional.
El partido de la canciller alemana fue el más votado ayer con 27.2%, pero perdió 11 puntos respecto de los comicios de 2013, de acuerdo con sondeos a boca de urna difundidos por las cadenas de televisión estatales ARD y ZDF.
Sus aliados de la agrupación socialdemócrata SPD perdieron 11 puntos y consiguieron un total de 19.6% de sufragios.
“El estado en que se encuentra el gobierno es inaceptable”, declaró la presidenta del SPD, Andrea Nahles, refiriéndose a las continuas querellas que afectan desde la derecha dura hasta a los socialdemócratas, sobre temas de orden migratorio.
Nahles dijo que usará una hoja de ruta con la cual medirá el progreso de la coalición en una revisión de medio término el próximo año: “El SPD debe mostrar resultados a sus partidarios el próximo año o, de lo contrario, los líderes del partido se retirarán de la coalición”.
El mal resultado de la CDU en Hesse podría acelerar un debate acerca de quién sucederá a Merkel y cuándo.
La amenaza para la canciller se acentúa más si se tiene en cuenta que en diciembre los militantes están convocados para votar a la presidencia del partido.