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Las autoridades británicas capturaron a un grupo de mujeres, conocidas como “ Los Ángeles de Charlie ”, y que se dedicaban a la venta de drogas, un negocio que manejaban como si fuera una app de comida.
Larissy Nascimento Dos Reis, de 24 años, era la encargada de la contabilidad de la organización que, de acuerdo con el diario británico The Sun, era dirigida por Vanessa Ananias, de 29 años; Nayara Robeiro, de 33; Andressa Santos, de 24 y Nayene Fernández Silva, también de 24, eran las encargadas de hacer las entregas. Todas son originarias de Brasil.
Anaias, Robeiro y Santos se declararon culpables de tres cargos de conspirar para proveer drogas tipo A, tipo B y de un cargo de conspiración para adquirir una propiedad criminal, entre abril de 2020 y febrero de 2021. Los clientes recibían una “lista de tienda de dulces”, con 90 drogas disponibles, incluyendo recetadas. Tenían, incluso, píldoras que diseñaron en forma de corazón.
El servicio operaba de las 13:00 a las 22:00 horas, de lunes a sábado. El negocio era tan exitoso que los domingos descansaban.
Además de ellas, fue detenido un hombre de 30 años, identificado como Tiago De-Lima, quien habría contratado a las mujeres para ayudarlo a comercializar grandes cantidades de drogas a otros traficantes.
De acuerdo con The Sun, el juez Gregory Perrins, quien lleva el caso, calificó al grupo como “profesional y altamente organizado” que proveía “una amplia variedad de drogas controladas a gran escala”.
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En los cateos fueron confiscados casi cuatro kilos de cocaína, dos kilos de éxtasis (MDMA) y más de cinco kilos de cannabis, por un valor de entre un millón y un 1.35 millones de libras esterlinas (entre más de 28 mil y casi 38 millones de pesos).
Tan sólo con las ventas al menudeo, la banda obtenía más de dos millones de pesos de ganancias al mes. Según los mensajes de Whatsapp, la mayoría de los negocios eran por entre 10 y 15 kilos de cocaína, aunque en una ocasión hicieron una transacción por 50 kilos de esa droga.
También se encontraron evidencias de que la banda vendía identificaciones falsas.
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A los detenidos se les impusieron condenas, en su conjunto, por más de 37 años y medio de prisión. De-Lima fue condenado a 18 años de prisión; Ananias a seis; Robeiro, Santos y Fernández fueron condenadas a cuatro años y medio de cárcel; Dos Reis fue condenada a dos años y tres meses.
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