El presidente del Partido Demócrata estadounidense en Florida, Stephen Bittel, renunció ayer al cargo después de ser acusado de comportamiento sexual inapropiado por varias mujeres que prefirieron permanecer en el anonimato.
El Partido Demócrata publicó en la red social Twitter una declaración de Bittel, quien había ocupado el cargo desde enero pasado, en la que dijo que su situación personal “se vuelve una distracción para nuestra misión central de elegir a los demócratas y mejorar Florida, es hora de que me haga a un lado”. Las mujeres dijeron que Bittel solía hacer comentarios sobre su apariencia o su cuerpo, y que mostraba otros comportamientos que las hicieron sentir incómodas, incluyendo el tener una pelota antiestrés en forma de seno.
En tanto, otras dos mujeres acusaron al ex presidente George H. W. Bush (1989-1993) de haberles agarrado el trasero en distintos momentos. Son ya ocho las mujeres que afirman haber sufrido tocamientos inapropiados por parte del republicano.
El candidato republicano a senador Roy Moore, también acusado de acoso sexual, pasó ayer a la ofensiva.
Su estratega, Dean Young, dijo que no le cree a las chicas denunciantes y lanzó: “Que comience la batalla”, en alusión a que no abandonarán la campaña. Kayla Moore, esposa del candidato por Alabama, coincidió. “Incluso después de los ataques, él no renunciará”, dijo.
Por su parte, el senador demócrata por Minnesota, Al Franken, decidió cancelar una presentación programada para el domingo en la Feria del Libro de Miami, en medio de los cuestionamientos en su contra por conducta sexual inapropiada. El senador Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, pidió que las acciones de Franken sean analizadas por la Comisión de Ética.
Bill O’Neill, juez de la Suprema Corte de Ohio, salió en defensa del senador. “Ahora que los perros reclaman la cabeza de Al Franken, es tiempo de hablar a nombre de todos los hombres heterosexuales”, escribió en Facebook. Y agregó que antes de ser investigado, optaba por decir que “en estos últimos 50 años mantuve relaciones sexuales íntimas con cerca de 50 mujeres muy hermosas”, para luego declararse “decepcionado por el desenfreno nacional actual acerca de asuntos sexuales que datan de varias décadas atrás”. La presidenta de la Suprema Corte local, Maureen O’Connor, criticó lo que llamó “chocante desprecio por las mujeres” que “mina la confianza en la integridad de la justicia”.