Lima.— El expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski fue trasladado ayer de su vivienda a una dependencia policiaca, tras la orden de un juez de su detención preliminar por 10 días mientras se le investiga por su relación con presuntos actos de corrupción de la constructora Odebrecht.
Kuczynski asumió la presidencia a mediados de 2016, pero renunció en marzo de 2018 tras conocerse videos que mostraron una supuesta compra de votos para evitar que el Congreso lo destituyera, luego de acusaciones de que habría mentido sobre sus vínculos con la empresa.
El exmandatario rechazó la decisión judicial y afirmó que es un momento muy duro para él, pero que lo afrontará con “la entereza de quien sólo tuvo el anhelo de tener un mejor país”.
“Es una arbitrariedad. He colaborado absolutamente con todas las investigaciones y asistido puntualmente a todas las citaciones de las autoridades judiciales. Nunca rehuí de la justicia”, afirmó en Twitter.
A Kuczynski, un exbanquero de 80 años que trabajó en Wall Street, ya se le había impedido salir del país por 18 meses. El abogado del exmandatario, Nelson Miranda, calificó la orden como “arbitraria” en declaraciones a la televisión y anunció que apelará a la decisión judicial.
Imágenes de la televisión local mostraron el traslado de Kucsynski a la sede de medicina legal de la policía en Lima, desde su vivienda en el barrio residencial San Isidro.
El exmandatario lucía tranquilo mientras ingresaba a la dependencia para un chequeo sobre su estado de salud, como parte del proceso de detención. Luego fue llevado a la prefectura policial de Lima.
Más temprano, el juez José Chávez admitió el ingreso de investigadores a su domicilio en el barrio más rico de Perú para recoger pruebas.
Antes de su traslado, Kuczysnki le dijo a W radio de Colombia que en Perú “hay una persecución”. “Tengo que colgar porque hay gente en la puerta”, culminó.
Fiscales acusan al expresidente de estar relacionado con “actos de corrupción” por contratos para construir una carretera y una obra de riego que ganó Odebrecht, cuando Kuczynski era ministro del expresidente Toledo, según la resolución judicial. Su secretaria y su chofer también tienen orden de detención preliminar por 10 días, precisó.
Kuczynski, quien tuvo la ciudadanía estadounidense pero renunció a ella, niega cualquier delito en su relación con Odebrecht y se ha comprometido a colaborar con los fiscales que investigan los vínculos de las empresas brasileñas con los políticos locales. Aunque Kuczynski, quien había rechazado inicialmente tener vínculos con Odebrecht, reconoció que su firma de consultoría recibió pagos de la empresa antes de convertirse en ministro.
El exmandatario ha dicho que su renuncia fue producto de un complot del partido de derecha Fuerza Popular, cuya líder Keiko Fujimori está en prisión mientras se le investiga por supuestamente haber recibido dinero de Odebrecht para su campaña política de 2011, cuando postuló a la presidencia del país. El escándalo de corrupción del grupo brasileño de construcción ha salpicado a los cuatro anteriores expresidentes del país minero desde 2001: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y también a Kuczynski.