La emisora de radio WURD, ubicada en Filadelfia (Pensilvania), anunció este domingo que se desvinculaba de la periodista que aceptó entrevistar al presidente estadounidense Joe Biden tras el debate usando preguntas proporcionadas por su equipo de campaña.
"El 3 de julio, la primera entrevista posterior al debate con el presidente Joe Biden fue organizada y negociada de forma independiente por la presentadora de radio WURD Andrea Lawful-Sanders sin conocimiento, consulta o colaboración con la dirección de WURD", dijo Sara M. Lomax, presidenta y directora ejecutiva de WURD en un comunicado.
A continuación, criticó a la comunicadora por incluir "preguntas predeterminadas proporcionadas" por la Casa Blanca, ya que supone una "violación" de su política de ser "un medio de comunicación independiente y responsable" con sus oyentes, agregó Lomax.
"Como resultado, la señora Lawful-Sanders y WURD Radio han acordado mutuamente separarse, con efecto inmediato", sintetiza el documento.
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Lomax, que describió su emisora como la única radio negra independiente de Filadelfia, añadió que WURD "no es un altavoz de la administración Biden ni de ninguna otra".
"Los medios de comunicación dominantes deberían hacer su propia introspección para explorar cómo han perdido la confianza de tantos estadounidenses, los estadounidenses de raza negra entre ellos", manifestó la ejecutiva de WURD.
Por su parte, Lawful-Sanders publicó un vídeos en su página de Facebook donde declaró que "con efecto inmediato" dejaba de ser presentadora de WURD especificando que fue ella quien presentó su dimisión y que esta fue aceptada.
"Me enviaron las preguntas para que las aprobara. Yo las aprobé", había dicho recientemente tras ser entrevistada por la CNN al desatarse la polémica.
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Y añadió: "Cuando me pidieron que hiciera esta entrevista lo más importante para mí era que se escucharan las voces de la población negra. Ni una sola vez me sentí presionada para hacer determinadas preguntas".
La portavoz de la campaña de Biden, Lauren Hitt, defendió la propuesta de las preguntas en un comunicado el sábado alegando que "no era en absoluto una práctica infrecuente que los entrevistados compartieran los temas que preferían", pero que no se pedía como requisito que los aceptaran para concederles una entrevista con Biden.
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