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Bruselas.— El premier británico Boris Johnson y la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, intentarán nuevamente evitar que se materialice la catástrofe anunciada por un divorcio a las bravas.
El encuentro se prevé que tenga lugar en la capital europea a más tardar el viernes. Los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) celebrarán su cumbre de invierno el jueves y viernes. Las próximas horas serán cruciales para el futuro de la relación entre la UE y el Reino Unido, considerando que se agota el tiempo para definir las formas como Londres saldrá de la Unión Aduanera y el Mercado Interior a partir del 1 de enero.
Los equipos negociadores no tienen competencia para saltarse las líneas rojas: competencia leal, gobernanza y pesca.
El sector pesquero es uno de los mayores puntos de discordia, debido a que la UE quiere garantías para seguir faenando en las aguas británicas, pero Johnson prometió que su país tendría control absoluto del sector.
Bruselas demanda que los británicos adopten reglas en rubros como medioambiente, marco laboral y subsidios, con el mismo rigor de los europeos. Esto iría en contra de las aspiraciones de una completa “independencia”, y la UE quiere dejar asentado que los socios podrán imponer aranceles punitivos a la contraparte en caso de violaciones al acuerdo de libre comercio en cualquiera de las áreas. El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero y siguió un periodo transitorio. De no haber un pacto, que requiere de la aprobación parlamentaria, se introducirán controles fronterizos y un gravamen a las mercancías.