Sao Paulo.— El ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato a la Presidencia de Brasil y líder en las encuestas de intención de voto, prometió ayer en redes sociales “extinguir” y “privatizar gran parte” de las empresas estatales del país, si sale vencedor en las elecciones de octubre.
“Asumí el compromiso de reducir el número de ministerios y extinguir y privatizar gran parte de las [compañías] estatales que hoy existen”, escribió el aspirante del Partido Social Liberal (PSL) desde el hospital en el que se recupera de la puñalada que recibió el pasado día 6 durante un mitin.
En su opinión, los recursos que se destinan a las compañías públicas y un alto número de ministerios son “gastos innecesarios” que deben destinarse para “atender a la población”. Asimismo, rechazó los “acuerdos” políticos que negocian “cargos” en las estatales “a cambio de apoyo”, algo que, a su juicio, se combatiría con la privatización de las mismas.
Según el último boletín médico, divulgado ayer, Bolsonaro presenta una “buena evolución clínica”.
El resto de los aspirantes han elevado el tono de sus declaraciones en los últimos días, especialmente contra Bolsonaro y Fernando Ha- ddad, sucesor del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, líderes con 28% y 16% de los apoyos, respectivamente, según el más reciente sondeo.
“Estoy viendo que el calor está subiendo mucho”, dijo Haddad, tras cumplir agenda en Petrolina y Juazeiro.
El laborista Ciro Gomes, el socialdemócrata Geraldo Alckmin y la ecologista Marina Silva batallan en la distancia. Gomes dice que Haddad sería un presidente “débil”, pero también carga contra Bolsonaro, a quien ha comparado con Adolf Hitler.