Río Blanco, Bolivia. “Cuidemos el medio ambiente” se lee en un letrero casi carbonizado que cuelga de un árbol moribundo en medio de un bosque en cenizas tras uno de los más fuertes incendios forestales que sacuden el oriente de Bolivia. Mientras, aviones de la Fuerza Área Boliviana realizaban el jueves un bombardeo de nubes con yoduro de plata para provocar lluvias y ayudar a combatir el fuego.
Un grupo de bomberos voluntarios, a su vez, movían tierra hacia las brasas para evitar que vuelva a prenderse el fuego que arrasó con un bosque tupido en la localidad de Río Blanco, en la región oriental de Santa Cruz, la más castigada por los incendios.
“Es lamentable… Hago lo que se pueda para ayudar a los demás; es nuestra función principal”, dijo a The Associated Press el bombero voluntario Álvaro Melgar, de 26 años, quien llevaba una máscara para que no le afectara el humo y un rastrillo para remover la tierra.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que el bombardeo fue exitoso y esperan que llueva en las próximas horas.
“Las condiciones meteorológicas fueron favorables para estimular dos formaciones nubosas en el área”, informó a la prensa
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La víspera el gobierno del presidente Luis Arce decretó una pausa ambiental ecológica, lo que impide las quemas para extender el área agrícola. También ha declarado la emergencia nacional y sanitaria para pedir ayuda internacional.
En Santa Cruz, la región más poblada del país y motor agroindustrial, hay más de 703 familias afectadas y 21 viviendas quedaron quemadas, de acuerdo con un informe de la gobernación.
Por la tarde, Arce realizó un sobrevuelo en las áreas más afectadas por los incendios.
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Hasta ahora, según datos oficiales, se han quemado alrededor de casi de cuatro millones de hectáreas, un 40% de bosques y un 60% de pastizales. Además de Santa Cruz, que es la región más afectada, también sufren incendios las regiones amazónicas de Beni y Pando.
Pedro Damián Dorado, alcalde de San Miguel de Velasco, viajó cientos de kilómetros hasta La Paz para pedir auxilio a las autoridades para su comunidad, donde el fuego ha consumido grandes extensiones de bosques y pastizales. “No hay fuerza humana que pueda controlar los incendios”, dijo Dorado el jueves al solicitarle al gobierno nacional declarar la situación de desastre.
Por la madrugada una lluvia “tenue, aislada y focalizada” ha aliviado algo los incendios, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología.
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Los incendios forestales en Bolivia se originan en prácticas agrícolas tradicionales. Los agricultores suelen quemar para limpiar la maleza antes de la nueva siembra, pero en los últimos años el fenómeno se agravó debido a leyes permisivas para ampliar la frontera agrícola y a la sequía, según expertos ambientales. Con frecuencia las quemas salen de control y provocan grandes incendios.
“Los incendios forestales en Bolivia no sólo destruyen el entorno natural, sino que también agravan las condiciones de vida", expresó Marco Rojas, representante de Plan International en Bolivia.
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