acusó este jueves a México de tergiversar y distorsionar la realidad de la situación por el despliegue de cuerpos bolivianos de seguridad en torno a la embajada mexicana en La Paz y de intentar “lavar la imagen autoritaria y antidemocrática” del expresidente Evo Morales.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia aseguró que la Subsecretaría para Latinoamérica y el Caribe de la cancillería mexicana y la embajada de México en La Paz “han tergiversado y distorsionado la verdad respecto a las medidas de seguridad en dicha embajada, y han manifestado que temen que las fuerzas del orden ingresen a esa embajada a sacar a los asilados” bolivianos que están en la sede diplomática.
“Muestran a la opinión pública y a la comunidad internacional un escenario que no existe”, recalcó la cancillería boliviana.
El problema bilateral se agudizó luego de que México advirtió este jueves que denunciará en la Corte Internacional de Justicia el hostigamiento fuerzas de seguridad bolivianas a su embajada en Bolivia.
Al referirse a las advertencias mexicanas de que las fuerzas bolivianas podrían irrumpir a la embajada para extraer a los asilados, Bolivia replicó que “eso no puede estar más alejado de la verdad”.
Tras insistir en que Bolivia es “respetuoso” de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, adoptada en 1961 en la capital de Austria para regular los nexos entre los países y la inmunidad del personal diplomático, la cancillería boliviana recalcó que “en tal sentido, jamás violará la inmunidad de un recinto diplomático ni la investidura de un diplomático sea cual fuere el país de que se trate”.
También ratificó en el comunicado “su profunda preocupación por la injerencia de México en los asuntos internos de Bolivia y llama al diálogo constructivo a ese país, en el marco del respeto a la decisión soberana de los bolivianos de recuperar su plena democracia a través de elecciones libres y transparentes”.
Las relaciones de Bolivia con México “se deterioraron desde el momento en el que el gobierno mexicano ayudó al expresidente Evo Morales a tergiversar la realidad sobre la lucha y voluntad del pueblo boliviano”, aseguró.
“En el afán de lavar la imagen autoritaria y antidemocrática del señor Evo Morales, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ofreció asilo al señor Evo Morales, quien no era ni es un perseguido político en Bolivia . Asimismo, el gobierno mexicano permitió al señor Morales hacer declaraciones políticas desestabilizadoras e incluso llamados a la violencia y al cerco de las principales ciudades en Bolivia, en contra de las normas internacionales”, indicó.
Por ese motivo, recordó, el gobierno “constitucional” de Bolivia “expresó en numerosas ocasiones su molestia y preocupación por la injerencia en los asuntos internos bolivianos por parte del gobierno” de López Obrador.
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