Nueva York.— Alrededor de 68.5 millones de personas en todo el mundo se vieron obligadas a desplazarse durante el año pasado, a causa de persecución, conflictos, violencia o violaciones a los derechos humanos, lo que marcó un récord de desplazamiento forzado.
El Resumen Anual: el año 2018 en 14 gráficos del Banco Mundial (BM) presenta un panorama sobre las crecientes cifras de desplazados internos y externos y de los países que los acogen, precisando que esta población aumentó en 2.9 millones respecto a 2017.
De acuerdo con datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la institución internacional precisa que 40 millones de personas se desplazaron dentro de sus propios países, otras 25.4 millones lo hicieron hacia el extranjero y 3.1 millones han solicitado asilo.
Señala que 19.9 millones de refugiados están bajo el mandato de ACNUR y 5.4 millones más están bajo la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (UNRWA).
Los datos muestran que la mayor cantidad de desplazados en el mundo son sirios, que huyen de una guerra que comenzó en marzo de 2011. ACNUR indicó ayer que más de 10 mil personas huyeron en días recientes de zonas del noreste de ese país aún controladas por el Estado Islámico.
Además, el organismo pidió una zona de tránsito seguro para que quienes huyen de la violencia en el noreste de Siria puedan llegar a salvo al campo de Al Hol, después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunciara la muerte de al menos 29 niños, en su mayoría de frío.
Según el informe del BM, otras naciones que también registran grandes éxodos son Sudán del Sur, Myanmar y Somalia. Detalla que 85% de los refugiados fue acogido por países en desarrollo, mientras que el resto de los desplazados recibieron alojamiento en unas 55 naciones de alto ingreso.
El documento del BM menciona también el caso de Venezuela, del cual han salido alrededor de 3 millones de personas en los últimos años debido a la crisis económica que afecta a ese país, aunque la mayoría de ellas no han sido calificadas oficialmente como refugiados.