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La policía de la ciudad más grande de Kentucky comenzó a prepararse para otra ronda de protestas y posibles disturbios mientras la ciudad espera nerviosamente el anuncio del fiscal del estado sobre si acusará a varios policías por la muerte a disparos de Breonna Taylor, una mujer afroamericana .
Con el momento del anuncio aún incierto, la policía dijo que estaban tratando de planificar con anticipación para proteger tanto a los manifestantes como a las personas que viven y trabajan en el centro de Louisville .
En un comunicado de prensa el martes, el Departamento de Policía de la zona metropolitana de Louisville dijo que estaba colocando barricadas alrededor de Jefferson Square Park, donde hubo protestas por la muerte de Taylor, y en el perímetro del centro de la ciudad.
Permitía sólo el ingreso de peatones a las cuadras que rodean el parque, además de restringir el tráfico de vehículos en otras áreas del centro y de limitar el acceso a los estacionamientos.
El fiscal estatal Daniel Cameron se ha negado a fijar un plazo para su decisión. A principios de este mes, comentó que “una investigación, si se realiza correctamente, no puede seguir un plazo determinado”.
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El jefe interino de la policía, Robert Schroeder, dijo que la ciudad se ha puesto en contacto con la oficina de Cameron y que espera recibir un aviso previo de cualquier decisión.
Taylor, una trabajadora de emergencias médicas y afroamericana, recibió ocho disparos el 13 de marzo por parte de policías que entraron en su casa con una orden de no tocar a la puerta durante una investigación de narcóticos.
La orden utilizada estaba relacionada con un sospechoso que no vivía allí, y tampoco se encontraron drogas en el interior. Desde entonces, el concejo municipal de Louisville ha prohibido el uso de las órdenes de allanamiento.
lsm