Washington.— Mientras el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alertó que “la era del calentamiento global ha terminado, ahora es el momento de la era de la ebullición global”, en Estados Unidos el presidente Joe Biden calificó las altas temperaturas derivadas del cambio climático como una “amenaza existencial” para la humanidad.
“No creo que nadie pueda seguir negando el impacto del cambio climático”, sostuvo Biden en la Casa Blanca, donde dio a conocer medidas destinadas a mejorar la seguridad sanitaria de las personas que trabajan al aire libre y aumentar los fondos dedicados al servicio del pronóstico meteorológico.
Biden dijo que EU se enfrenta a una “crisis real” en sus ciudades y que ya nadie “puede negar el impacto del cambio climático”.
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De acuerdo con el presidente, 100 millones de estadounidenses se están viendo afectados por las temperaturas récord.
El mandatario indicó que, según los expertos, el calor extremo está costando a Estados Unidos 100 mil millones de dólares al año.
El mandatario anunció una nueva Alerta de Peligro por calor que aclara que los trabajadores gozan de protecciones federales cuando se trata de condiciones climáticas peligrosas. Además, se realizarán más inspecciones en sectores de alto riesgo, como la construcción y la agricultura. Biden también anunció un fondo de subvenciones por mil millones de dólares que permitirá plantar más árboles en las ciudades para dar sombra y refrescar los centros.
Las acciones se producen cuando casi 40% de la población de EU se enfrenta a avisos de calor, según el Servicio Meteorológico Nacional. Las altas temperaturas ya han quemado el suroeste este mes y se espera más calor en el medio oeste y el noreste en los próximos días. Washington no se salvará, y el índice de calor en la capital podría alcanzar los 43 grados.
Al señalar que las temperaturas del océano cerca de Miami superaron los 38 grados, Biden dijo que “eso es más como saltar en un jacuzzi que saltar al océano para montar una ola”.
La administración de Biden planea gastar 7 millones de dólares para desarrollar predicciones climáticas más detalladas para anticipar condiciones climáticas extremas como olas de calor, más 152 millones de dólares para impulsar la infraestructura de agua potable y la resiliencia climática en California, Colorado y Washington.
En la ONU, Guterres declaró que “el cambio climático está aquí. Es aterrador. Y esto es sólo el principio (...) En grandes partes de Norteamérica, Asia, África y Europa, este verano es cruel. Para todo el planeta, es un desastre”.
Y “para los científicos, es inequívoco: los humanos son los responsables”, insistió, señalando que “la única sorpresa es la velocidad del cambio (...) Las consecuencias son claras y trágicas: niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias que huyen de las llamas, trabajadores que se desmayan bajo el calor abrasador”, remarcó Guterres.
El secretario general de la ONU repitió sus incesantes llamados a una acción radical y urgente, arremetiendo una vez más contra el sector de los combustibles fósiles.
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Es un problema mundial y tras varias semanas de olas de calor en numerosos puntos del planeta, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de Naciones Unidas y el observatorio europeo Copernicus aseguraron tener suficientes datos para anunciar que julio será “muy seguramente el mes más cálido jamás registrado”.
De confirmarse, el récord de este mes batirá el anterior, establecido en julio de 2019. Este calor probablemente “no tiene precedentes” en miles de años, indicaron ambas instituciones. “Los extremos meteorológicos sufridos por millones de personas en julio no son más que la dura realidad del cambio climático y un adelanto de lo que nos reserva el futuro”, afirmó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.