Washington.— El gobierno de Joe Biden continuó este viernes con sus tácticas de presión mediante sanciones a Cuba, como respuesta a la represión vivida el 11 de julio contra manifestantes que salieron a las calles de la isla caribeña para protestar por la falta de insumos y la deteriorada situación económica que se vive.
En la nueva ronda de medidas, los señalados fueron Óscar Callejas Valcárcel y Eddy Sierra Arias, director y subdirector de la Policía Nacional Revolucionaria cubana (PNR), así como la institución policial en su conjunto. El castigo implica el congelamiento de cualquier activo e interés que puedan tener en Estados Unidos, así como la prohibición a todo aquel con vínculos en EU de hacer gestiones o trámites con ellos.
Según el Departamento del Tesoro de EU, hay imágenes de Callejas y Sierra “enfrentándose y arrestando manifestantes”, así como aseguró tener pruebas de golpizas de la PNR a un cura católico en Camagüey y un grupo de “manifestantes pacíficos, incluyendo varios menores”.
“Además”, continúa el comunicado de la agencia estadounidense, “ha habido varios casos registrados en los que el PNR utilizó palos para disolver violentamente protestas pacíficas en Cuba”. El 22 de julio, el gobierno de EU ya puso en su lista negra al ministro de Defensa cubano, Álvaro López Miera, así como a los boinas negras de la Brigada Nacional Especial del Ministerio del Interior del régimen.
“Habrá más, a no ser que haya un cambio drástico en Cuba, algo que no anticipo”, dijo el presidente Biden, sobre la posibilidad de otras rondas de sanciones, antes de iniciar un encuentro con líderes y representantes de la comunidad cubano-estadounidense.
“El Departamento del Tesoro continuará designando y llamando por su nombre a aquellos que faciliten la intervención de la región en abusos serios de los derechos humanos”, advirtió Andrea Gacki, directora de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), encargada del anuncio y control de las sanciones. “La acción sirve para hacer que los responsables de suprimir los llamados a la libertad y respeto de los derechos humanos del pueblo cubano rindan cuentas”, añadió en un comunicado. “Haremos todo lo posible por mantener a Cuba en el primer plano, para que podamos mantener la conversación sobre los derechos del pueblo cubano y su derecho a manifestarse pacíficamente”, dijo a los periodistas, minutos antes del anuncio oficial, un alto funcionario de la Casa Blanca, que prefirió no revelar su nombre ni cargo.
Desde hace varios días, la capital de Estados Unidos se ha visto inundada de protestas de decenas de cubanos y cubano-estadounidenses exigiendo al gobierno de EU más mano dura contra el régimen. La administración Biden continúa revisando su política hacia la isla, que mantiene un embargo intacto al endurecido por Donald Trump. El Departamento de Estado estaría trabajando en algún tipo de acción sobre las remesas, y se trabaja con empresas para imponer señal de internet móvil a la isla que regatee los bloqueos ordenados por la dirigencia cubana liderada por el presidente Miguel Díaz-Canel.
Biden aseguró que siguen “apoyando directamente” al pueblo cubano, “buscando todas las opciones disponibles para dar acceso a internet” y así poder “burlar la censura”, así como estrategias para que las remesas lleguen a sus destinatarios sin temor de ser requisadas por el régimen; y se estudia cómo ampliar la presencia diplomática de EU en la isla.
Mientras, un buque de la Armada mexicana llegó al puerto de La Habana con un donativo de alimentos, medicinas y oxígeno.
El embajador de México en Cuba, Miguel Díaz Reynoso, declaró en el acto de recibimiento del donativo que es un “testimonio de amistad, de gratitud, de solidaridad. Eso es lo que pidió el presidente [Andrés Manuel López Obrador], que Cuba tenga lo que necesita en este momento”.