El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, nombró el martes al general retirado del ejército Lloyd Austin como secretario de Defensa, quien de ser confirmado por el Senado se convertirá en el primer afroestadounidense en dirigir el Pentágono .
"A lo largo de su vida de servicio dedicado, y en las muchas horas que pasamos juntos en la Sala de Crisis de la Casa Blanca y con nuestras tropas en el extranjero, el general Austin ha demostrado un liderazgo, personalidad y mando ejemplares", dijo Biden en un comunicado.
"Está excepcionalmente calificado para asumir los desafíos y las crisis que enfrentamos actualmente", agregó Biden sobre Austin, de 67 años.
"Una personalidad brillante y respetada, figura pionera en la historia del Ejército de Estados Unidos, el secretario designado Austin se retiró del ejército en 2016 después de más de 40 años de servicio en la defensa de Estados Unidos ", señaló el comunicado.
Varios medios estadounidenses habían anunciado el lunes por la noche que Biden finalmente se había decidido por este general retirado del ejército, que luchó en Irak y Afganistán antes de convertirse en el primer hombre negro en liderar el Comando central del Ejército (Centcom).
Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero, trabajó con él como vicepresidente, especialmente cuando supervisó la implementación de la decisión de Barack Obama de retirar 50 mil soldados estadounidenses de Irak en 2011.
Si el Senado lo aprueba, el exgeneral será el primer afroestadounidense en liderar el primer ejército del mundo, en el que la población negra está fuertemente representada.
Pero su confirmación no es segura. Algunos miembros del Congreso y expertos en seguridad nacional se han pronunciado en contra de su nombramiento, señalando que su jubilación ocurrió hace menos de 7 años.
Y el Congreso estadounidense, que mantiene el control civil sobre los militares, ha adoptado un reglamento que estipula que un exmilitar debe haber pasado retirado más de 7 años para convertirse en secretario de Defensa.
Como este reglamento no se estaría respetando con Austin, el Congreso deberá concederle una dispensa. Esto ya sucedió en 2016 con Jim Mattis, pero bajo protestas.
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