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Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, participaron este lunes en una ceremonia junto a un rabino en la que encendieron una vela yahrzeit, utilizada en el judaísmo para honrar la memoria de los fallecidos, en conmemoración de las víctimas de los ataques perpetrados por el grupo islamista Hamás hace un año.
La ceremonia, celebrada en la sala azul de la Casa Blanca, fue oficiada por el rabino Aaron Alexander de la Congregación Adas Israel, amigo de la familia del estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin, que fue tomado como rehén por Hamas y cuyo cuerpo fue encontrado a finales de agosto en un túnel en Rafah, en la Franja de Gaza.
"Gracias por estar con nosotros, por acompañar a nuestra comunidad en la conmemoración de este día devastador", comenzó el rabino, quien entonó la oración 'El Malei Rachamim' (Dios lleno de misericordia), una plegaria judía tradicionalmente recitada durante servicios fúnebres y memoriales.
El rabino mencionó los kibutz del sur de Israel que fueron atacados el 7 de octubre, cuando los milicianos de Hamás causaron la muerte de aproximadamente mil 200 personas y secuestraron a 251, de las cuales casi un centenar permanece en cautiverio.
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Como respuesta a estos ataques, Israel inició una ofensiva militar sobre la Franja de Gaza que ha provocado 41.900 víctimas mortales.
Tras la oración cantada, el presidente procedió a encender la vela yahrzeit para honrar la memoria de los fallecidos en los ataques de Hamás.
La ceremonia concluyó con un momento de silencio, durante el cual Biden –el segundo presidente católico de Estados Unidos después de John F. Kennedy (1961-1963)– se santiguó.
Aunque Biden no habló durante el acto, por la mañana emitió un comunicado en el que reafirmó su compromiso con el derecho de Israel a defenderse tras los ataques de Hamás, al tiempo que reiteró la determinación de su Gobierno para lograr un alto el fuego en Gaza que permita liberar a los rehenes.
"Hoy y todos los días pienso en los rehenes y sus familias", expresó en la nota, donde aseguró que su Administración "nunca se rendirá" en sus esfuerzos por traer de vuelta a los aproximadamente 100 rehenes que se estima continúan retenidos en la Franja de Gaza, incluidos ciudadanos estadounidenses.
Biden, quien viajó a Israel tras los ataques del 7 de octubre y se fundió en un abrazo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha trabajado en los últimos meses con Qatar y Egipto para conseguir un acuerdo entre Israel y Hamás que permita un alto el fuego y liberar a los rehenes.
La guerra actual se ha extendido al Líbano, donde Israel ha intensificado sus bombardeos en las últimas semanas con el objetivo de debilitar al grupo chií Hezbolá, aliado de Teherán, y a cuyo líder, Hassan Nasralá, dio muerte en un bombardeo a finales de septiembre.