Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, resaltó este sábado la importancia del voto afroamericano para vencer a Donald Trump durante un apasionado discurso en Carolina del Sur, el estado que el 3 de febrero iniciara el proceso de primarias demócratas de cara a las elecciones de noviembre.
Mientras tanto, el exmandatario Donald Trump y la ex embajadora ante la ONU Nikki Haley se enzarzaron en un duelo a distancia, cada uno con mítines en un estado distinto, y con un constante intercambio de insultos en un intento por ganar ventaja sobre el otro en las primarias republicanas.
Biden dio su discurso en la cena del Partido Demócrata de Carolina del Sur, al que asistieron destacadas personalidades de la política local como el afroestadounidense Jim Clyburn, quien ha representado uno de los distritos electorales del estado en la Cámara Baja desde 1993.
"Ustedes son la razón por la que Donald Trump es hoy un expresidente que fue derrotado. Y ustedes son la razón por la que Donald Trump es un perdedor. ¡Y son la razón por la que vamos a ganar y vencerlo nuevamente!", clamó el mandatario.
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El discurso de Biden tenía dos objetivos: reafirmar su lealtad al estado que revivió su candidatura en 2020, luego de quedar cuarto en Iowa y quinto en Nuevo Hampshire durante las primarias demócratas; y recuperar el respaldo de los votantes afroamericanos, que fueron determinantes en su victoria sobre Trump.
Según las últimas encuestas, Biden ha perdido apoyo en la comunidad negra. Un sondeo de NBC de noviembre muestra que su aprobación entre los afroamericanos disminuyó casi 20 puntos en 2023, mientras que otro estudio de The New York Times publicado en noviembre reveló descontento en este grupo de votantes en estados clave como Wisconsin y Pensilvania.
La campaña, precisamente, ha invertido mucho dinero y esfuerzo en Carolina del Sur debido al peso que la comunidad negra tiene en la base del Partido Demócrata.
Pese a su valor simbólico, Biden tiene pocas posibilidades de ganar en Carolina del Sur en noviembre, ya que en los últimos 48 años ha votado por candidatos republicanos en las elecciones presidenciales.
Mientras tanto, Trump celebró un mitin en Nevada, un estado que probablemente le otorgará la victoria el 8 de febrero durante sus 'caucus', una especie de asamblea ciudadana.
El proceso electoral en Nevada es especialmente complicado: Trump participará en los 'caucus 'el 8 de febrero, organizados por el Partido Republicano del estado, con el que mantiene una estrecha relación, mientras que Haley figurará en la papeleta de las primarias dos días antes, el 6 de febrero, las cuales han sido organizadas por la autoridad electoral estatal.
Con casi total certeza, Trump se llevará los 26 delegados que otorga Nevada, los cuales luego participarán en la convención nacional del partido en Milwaukee en julio para elegirlo oficialmente como candidato.
Aunque Haley no tiene opciones en Nevada, Trump utilizó su discurso para arremeter contra ella y presumir de su "espectacular" victoria en Iowa, donde ganó con el 51% de los votos, y en Nuevo Hampshire, con el 54,3%.
El círculo cercano al expresidente esperaba que su triunfo obligara a Haley a poner fin a su candidatura. Sin embargo, ella ha afirmado que continuará en la carrera, desatando la ira de Trump, quien la ha criticado por no ser tan conservadora como él y este sábado llegó a describirla como "casi una demócrata de izquierda radical".
Por su parte, Haley está concentrando sus energías en Carolina del Sur, donde ejerció como gobernadora entre 2011 y 2017, y donde espera revivir su candidatura, aunque actualmente solo cuenta con un 25% de la intención de voto mientras Trump tiene el 50%, según las últimas encuestas.
En un intento por reducir esa brecha, durante su mitin en Mauldin (Carolina del Sur), Haley intensificó sus ataques contra Trump y le criticó por el tiempo que dedica a defenderse en los tribunales de los 91 cargos en su contra, argumentando que durante todo ese tiempo solo se ocupa de él mismo, en vez de "luchar por el pueblo estadounidense".