Los pubs y restaurantes de República Checa reabrieron este sábado en protesta por las restricciones que el gobierno impuso para frenar la propagación del Covid-19 , que los obliga a permanecer cerrados desde octubre.
"Estamos decepcionados con el gobierno desde hace tiempo y queremos mostrar que eligió el mal camino", declaró a la AFP Jiri Janecek, director del restaurante Maly Janek de Jince, al suroeste de Praga .
"Estamos hartos, pensamos que los ministros deberían plantearse dimitir", agregó Janecek, cofundador del movimiento que organizó la protesta, en la que debían participar centenares de establecimientos.
El sábado, a la hora del almuerzo, Maly Janek estaba lleno al 50%, con los clientes habituales dando sorbos a la cerveza, familias enteras degustando costillas de cerdo y escalope empanado y los meseros, trabajando a pleno rendimiento.
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Los establecimientos abiertos se exponen a una multa de hasta 20 mil coronas (765 euros), precisó a la AFP un portavoz del Ayuntamiento de Praga, Vit Hofman.
Los restaurantes, pubs, bares, cines, teatros, zoos, gimnasios y la mayoría de las tiendas están cerrados desde octubre en ese país, de 10.7 millones de habitantes, aunque por Navidad algunas de esas restricciones se suavizaron.
La República Checa, muy golpeada por la pandemia desde el verano, ha registrado más de 930 mil casos de Covid-19 y 15 mil 270 fallecidos. El número de nuevos casos diarios ronda los 8 mil.
El movimiento de protesta, fundado el pasado otoño, se opone a las restricciones ordenadas por el gobierno y a principios de mes organizó la instalación de una cadena de jarras de cerveza de un kilómetro por el centro de Praga.
Recientemente, se transformó en un movimiento político. Sus miembros se reúnen en los pubs, tal y como los "políticos se reúnen en la cantina del Parlamento", indicó David Biksadsky, cofundador del movimiento.
ed