Madrid.— El gobierno de España autorizó ayer a la embarcación Open Arms, perteneciente a la ONG Proactiva, a desembarcar en el puerto de Barcelona a los 60 migrantes indocumentados rescatados frente a las costas de Libia.
La solicitud se tramitó a través de Salvamento Marítimo y, tras la autorización del Ejecutivo, el barco se encaminó hacia Barcelona.
Italia y Malta, las costas más próximas a la situación de la embarcación, reafirmaron su decisión de no acoger embarcaciones humanitarias y denegaron el acceso a sus puertos a la nave de la ONG española.
Fuentes de esa organización explicaron que el estado de salud de los migrantes es muy delicado y precisaron que, antes de pedir permiso a Salvamento Marítimo para desembarcar en un puerto español, se pusieron en contacto con los centros de coordinación marítimos de Italia y de Malta, los cuales les denegaron el permiso.
Aseguraron que el trayecto de la embarcación será de cuatro días para llegar a España.
Las embarcaciones Astral y Open Arms, que estaban en aguas internacionales frente a Libia, rescataron a los migrantes ayer, después de que avistaron una balsa neumática en la que viajaban hacinadas numerosas personas, entre ellas algunos niños.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, indicó en Twitter su disposición a recibir a la embarcación “y a todas las personas rescatadas” por la organización”. También dijo “no querer ser cómplices de las políticas de la muerte de Matteo Salvini”, ministro ultraderechista del Interior italiano.
Salvini dijo en Facebook que las naves “pueden olvidarse de llegar a un puerto italiano”.
“A pesar de los obstáculos, seguimos protegiendo la vida de gente invisible. Sus relatos sobre lo que vivieron en Libia son aterradores”, dijo la ONG.