Aún bajo críticas y burlas por su gestión de la crisis humanitaria en Puerto Rico , el presidente Donald Trump prevé pedir una ayuda millonaria que permita atender la emergencia tras los huracanes en este territorio estadounidense, pero también condonar parte de su colosal deuda .
El mandatario solicitará al Congreso unos 29 mil millones de dólares, en un paquete que podría ser aprobado a mediados de mes y que incluye 12 mil 770 millones para socorro en casos de desastre y 16 mil millones para condonación de la deuda, según confirmaron funcionarios el miércoles.
Sin referirse directamente a la propuesta, el presidente republicano de la cámara baja, Paul Ryan, dijo que el Congreso trabajará con la Casa Blanca para que los puertorriqueños "obtengan recursos adicionales para la recuperación y reconstrucción".
Trump había señalado el martes la posibilidad de cancelar la deuda de Puerto Rico, de unos 73 mil millones de dólares. "Ellos deben mucho dinero (...) en Wall Street y vamos a tener que borrar eso", dijo a Fox News, tras visitar la isla casi dos semanas después de la devastación del huracán María.
Los mercados reaccionaron mal a la noticia: el miércoles, el precio de los bonos de Puerto Rico, especialmente el de 2035, cayó a 38.2 centavos de dólar, frente a los 44 del martes, mientras que los rendimientos subieron de 18,475% a 21,0%.
La isla de 3.4 millones de habitantes inició su declive económico en 2006 con el fin de las exenciones fiscales que atrajeron a grandes multinacionales. En mayo, el gobernador Ricardo Roselló pidió declararse en bancarrota para reestructurar la deuda.
En junio, en una consulta simbólica sobre su futuro político, los puertorriqueños votaron a favor de la anexión a Estados Unidos. Antigua colonia española, Puerto Rico se convirtió en territorio estadounidense a finales del siglo XIX antes de adquirir en 1952 el estatus de Estado Libre Asociado , carente de poderes soberanos.
"Puerto Rico no puede recuperarse con la deuda que tiene", dijo Eric LeCompte, director de la coalición de organizaciones de lucha contra la pobreza Jubilee USA, en un comunicado en el que instó a que el proceso de bancarrota en curso le permita a la isla recuperarse de los huracanes y achicar aún más su endeudamiento.
Se estima que María provocó daños de entre 22 mil millones a 25 mil millones de dólares en Puerto Rico, lo cual equivale a más de un quinto de su PIB. Y cuando este potente huracán tocó tierra el 20 de septiembre, la isla todavía trataba de recuperarse tras el impacto de Irma semanas antes.
Previo a María e Irma, el 60% de los niños vivían en la pobreza en Puerto Rico debido a la crisis financiera, según LeCompte.
La consultora BTIG indicó empero que "Trump no puede darse el lujo de borrar la deuda de Puerto Rico (porque) la mayoría es propiedad de pequeños portadores" y no de fondos buitres.
De acuerdo con un estudio citado por los analistas, menos del 25% de la deuda de Puerto Rico está en manos de fondos de inversión, el resto de los acreedores son particulares.
El anuncio también se recibió con escepticismo en Puerto Rico. "El presidente de Estados Unidos no tiene el poder de quitar esa deuda", dijo la alcaldesa de la capital San Juan, Carmen Yulin Cruz, a la radio WKAQ.
Cruz, a quien Trump reprendió el fin de semana en Twitter por hacer desesperados pedidos de ayuda en los medios, afirmó que el mandatario "mintió" sobre el tema y consideró "vergonzosa" su visita del martes.
"El presidente de Estados Unidos no ha estado a la altura. Ha insultado una y otra vez al pueblo puertorriqueño", dijo, al recordar que los llamó "vagos, mantenidos, ingratos" y que el martes les reprochó el alto costo que se debe pagar por la reconstrucción, "como si salvar vidas tuviese precio".
"Como él me extendió su mano, yo se la di (...) Le dije: 'Señor Presidente, esto se trata de salvar vidas, esto no se trata de política'. Me ignoró y siguió andando", contó Cruz.
Trump también fue objeto de burlas tras su recorrido del martes, diseñado precisamente para acallar las críticas.
Desde comediantes a comentaristas políticos recriminaron al mandatario por arrojar rollos de toallas de cocina a los damnificados del huracán como si estuviera jugando básquetbol, o entregar linternas a los afectados aseverando que no las necesitaban, a pesar de que menos del 7% del territorio tenía electricidad el martes.
Trump, que se autocalificó con una sobresaliente "A+" en relación a la atención en Puerto Rico, se limitó a celebrar el "gran día" que había tenido y arremeter contra "los medios de noticias falsas".
"No importa lo que haga o diga, ellos no escribirán ni dirán la verdad. ¡Los medios de noticias falsas están fuera de control!", tuiteó.
lsm