Washington.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que Bahréin e Israel normalizarán sus relaciones, continuando sus movimientos en Medio Oriente para aislar a Irán, enemigo íntimo de Washington. “¡Otro avance histórico hoy!”, tuiteó el mandatario. “Nuestros dos grandes amigos, Israel y Bahréin, han concluido un acuerdo de paz”, añadió.
Desde la Casa Blanca, Trump celebró el pacto: “Están sucediendo cosas en el Medio Oriente que nadie podría haber considerado”, agregó un mes después de haber concluido un pacto con Emiratos Árabes Unidos.
Normalizar las relaciones entre Israel y los aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, incluidas las ricas monarquías del Golfo, es un objetivo clave de la estrategia regional del republicano.
“A medida que otros países normalicen sus relaciones con Israel, lo que sucederá, estamos convencidos, con bastante rapidez, es que la región se volverá más estable, más segura y más próspera”, agregó Trump.
Coincidiendo con el tuit del presidente estadounidense, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, realizó el mismo anuncio desde Jerusalén: “Otro acuerdo de paz con otro país árabe”.
Bahréin e Israel comparten la misma hostilidad hacia Teherán, al que Manamá acusa de instrumentalizar a la comunidad chiíta de Bahréin contra la dinastía sunita gobernante.
En E l Cairo, el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, destacó el “histórico” acuerdo y la importante etapa de estabilidad para la paz que marca para el Medio Oriente, al “permitir encontrar una solución justa y permanente a la causa palestina”.
Trump también volvió a mostrar, pese a las circunstancias, su optimismo sobre el desarrollo de las relaciones con los palestinos.
“Van a estar en una muy buena posición (...) Querrán ser parte de [las conversaciones] porque todos sus amigos estarán ahí”, dijo.
La Autoridad Palestina y el movimiento islamita Hamas criticaron inmediatamente el anuncio.
“El acuerdo entre Bahréin e Israel es una puñalada en la espalda a la causa palestina y al pueblo palestino”, dijo Ahmad Majdalani, ministro de Asuntos Sociales de la Autoridad Palestina. Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, denunció una agresión que supone “un grave perjuicio” para los palestinos.
A su llegada a la Casa Blanca en 2017, Trump había prometido resolver el largo e intrincado conflicto entre israelíes y palestinos y confió a su yerno y asesor Jared Kushner la tarea de proponer un acuerdo de paz.
Pero los palestinos cortaron rápidamente los puentes con Washington en protesta por decisiones que consideraron ostensiblemente favorables a Israel y rechazaron de manera categórica la “visión por la paz” presentada a comienzos de año.
Para Jaled al Jalifa, un asesor del rey de Bahréin, este acuerdo contribuye a la “seguridad, estabilidad y prosperidad” en la región.
Los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin son el tercer y cuarto país árabe en establecer relaciones diplomáticas con Israel, tras los tratados de paz firmados con Egipto (1979) y Jordania (1994).
La semana pasada, Trump anunció acuerdos para que Kosovo reconozca a Israel y Serbia traslade su embajada a Jerusalén.