El presidente estadounidense Donald Trump dijo el martes que la ayuda de su país a Honduras está "en juego" si los cientos de migrantes centroamericanos que avanzan a través de México hacia Estados Unidos no detienen su marcha.
Por tercer día consecutivo, el mandatario arremetió en Twitter contra el Viacrucis Migrante 2018, un grupo de más de mil centroamericanos, la gran mayoría hondureños, que huyen de la violencia y la pobreza en sus países. Muchos esperan poder solicitar asilo en Estados Unidos.
"La gran Caravana de Personas de Honduras, que ahora cruza México y se dirige a nuestra frontera de 'Leyes débiles', mejor que se detenga antes de llegar allí. La gallina de los huevos de oro del TLCAN está en juego, al igual que la ayuda extranjera a Honduras y los países que permiten que esto suceda. ¡El Congreso DEBE ACTUAR AHORA!", tuiteó el presidente.
En su serie de tuits anti-inmigración del domingo y el lunes, Trump ya había amenazado con abandonar el TLCAN -el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, actualmente en revisión a pedido suyo- y había exigido que el Congreso estadounidense aprobara leyes migratorias más estrictas.
Pero por primera vez Trump se refirió a Honduras, uno de los países más violentos del mundo, sacudido en los últimos meses por manifestaciones populares tras las elecciones de noviembre, que dejaron al menos 22 muertos, bajo investigación por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Estados Unidos ha sido el mayor donante bilateral de Honduras, con aportes de más de 3 mil millones de dólares desde 1961, según el Departamento de Estado.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) brindó más de 127 millones de dólares a ese país centroamericano en 2016, de acuerdo con los últimos datos disponibles. La mayoría de los fondos fue para prevenir la violencia (13 millones de dólares), seguido de programas de lucha antidrogas (12 millones) y de actividades de fortalecimiento institucional (10 millones).
Honduras, junto con Guatemala y El Salvador,
mantiene con Estados Unidos el Plan Alianza para la Prosperidad , que busca enfrentar la violencia y generar empleos para evitar la migración ilegal al país norteamericano.
Esta iniciativa, creada por el gobierno de Barack Obama tras la crisis humanitaria de 2014, cuando se detectó el ingreso a Estados Unidos de más de 68.000 menores no acompañados por adultos procedentes de esos tres países, contempla un aporte de Washington de 750 millones de dólares entre 2015 y 2019.
Más de 500 mil personas cruzan irregularmente la frontera sur de México cada año, según datos de Naciones Unidas.
lsm