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La Habana.— Cuba está de luto, después de que al mediodía de ayer un avión rentado a una aerolínea mexicana, con 110 personas a bordo, incluyendo seis tripulantes mexicanos, se estrellara luego de despegar del aeropuerto internacional de La Habana. Las autoridades informaron solamente de tres sobrevivientes.
El aparato era un Boeing 737-200, de 1979, que la compañía Cubana de Aviación arrendó a la aerolínea mexicana Damogh, que forma parte de la empresa mexicana Global Air.
Esta compañía confirmó que en la nave viajaban 104 pasajeros y seis tripulantes que eran de nacionalidad mexicana, a quienes identificó como el comandante Jorge Luis Núñez Santos; el primer oficial Miguel Ángel Arreola Ramírez; la sobrecargo mayor María Daniela Ríos Rodríguez; las sobrecargos Abigail Hernández García y Guadalupe Beatriz Limón García, y el técnico en mantenimiento Marco Antonio López Pérez.
El viceministro cubano de Transporte, Eduardo González, informó que de los 104 pasajeros, 99 eran cubanos, en su mayoría de la provincia de Holguín, 670 kilómetros al este de la capital y destino original del vuelo.
El avión cayó a las 12:08 horas local muy cerca del aeropuerto de La Habana, sobre un vivero de la empresa Arentur, que trabaja para el sector turístico. En tierra no hubo víctimas fatales. Testigos citados por medios cubanos señalaron que la aeronave hizo maniobras erráticas antes de caer, cuando el piloto al parecer quiso evadir algunas casas y se enredó con cables eléctricos. De acuerdo con el diario oficial Granma, tres sobrevivientes, todas mujeres, están hospitalizadas “en estado crítico”.
Primero se informó que la mayoría de las víctimas eran extranjeras, pero el diario oficial Granma corrigió luego y dijo que sólo unas cinco personas, además de la tripulación mexicana, no eran cubanas. El gobierno argentino señaló anoche que dos de los fallecidos son sus nacionales. Entre los fallecidos hay un bebé y al menos tres niños.
La Secretaría de Relaciones Exteriores en México, a su vez, emitió un comunicado reconociendo que entre las víctimas del siniestro hay connacionales, sin dar una cifra precisa. La embajada de México en Cuba activó sus protocolos de emergencia y proporcionó el correo embcuba@sre.gob.mx y el teléfono 0 53 52 86 96 20 para consultas.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel acudió al lugar del accidente, ofreció condolencias a los familiares de las víctimas y anunció, tras una reunión de gobierno, la formación de una comisión gubernamental para investigar el siniestro. En la reunión no estuvo el ex presidente Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista, quien, según la televisión estatal cubana, se recupera de una operación de hernia.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto expresó, vía Twitter, sus “más sinceras condolencias al pueblo y el gobierno de #Cuba por el terrible accidente aéreo”, y añadió que la embajada de México en Cuba “ha ofrecido a las autoridades cubanas asistencia técnica para la investigación y atención del accidente”.
La Dirección General de Aeronáutica Civil de México (DGAC) enviará hoy a Cuba a un equipo de especialistas para colaborar en las pesquisas, dado que la matrícula del aparato, XA-UHZ, es mexicana y el Convenio de Aviación Civil Internacional establece que la “responsabilidad por la investigación corresponde”, además de al Estado en el cual ocurrió el accidente, al Estado de donde procede la aeronave. En un informe preliminar, aerolíneas Damogh, una de las cientos de chárteres que operan en México y que se dedican a alquilar aviones para vuelos privados, señaló que lo que sabían era que “durante el despegue aparentemente —el avión— sufre una falla y se precipita al terreno”. El aparato superó, en noviembre de 2017, la revisión técnica anual de la DGAC.
***Con información de agencias, Pedro Costa, Sara Cantera, Francisco Reséndiz y Ariadna García