Tapachula, Chis.— Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), apoyados por la Policía Federal, Guardia Nacional (GN) y por la Secretaría de Marina (Semar) frenaron ayer el avance de más de mil 200 inmigrantes centroamericanos que ingresaron a territorio mexicano.

La caravana, integrada por mujeres y sus hijos, jóvenes y adultos, provenientes de Honduras y El Salvador, pernoctaron en Tecún Umán, Guatemala, fronteriza con México, la noche del martes y por la mañana atravesaron el puente fronterizo Rodolfo Robles. Por más de seis horas caminaron por la carretera que comunica a Ciudad Hidalgo con Tapachula.

Mientras avanzaban, un contingente de más de un centenar de policías federales, encabezados por el INM, con autobuses y camionetas, alistaban una valla humana para interceptarlos. A las 13:30 horas, la caravana, que partió de la terminal de San Pedro Sula, Honduras, el pasado sábado, se topó con los oficiales.

Un agente migratorio les indicó que no podían avanzar, debido a que se encontraban en México como indocumentados y los invitó a subir de forma voluntaria a los vehículos para que regularan su estancia.

“¡No!, estuve detenido en la [Estación Migratoria] Siglo 21 y nunca me dieron papeles, me deportaron a mi país. Ahora voy a pedir asilo a Estados Unidos”, dijo un joven. “No pueden avanzar”, insistió el oficial, mientras los inmigrantes suplicaban que los dejaran continuar. “Nosotros no queremos quedarnos en México, queremos ir a EU a pedir asilo, en nuestro país ya no podemos vivir, hay mucha inseguridad y no hay trabajo”, suplicaron.

En medio de la tensión, el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de Tapachula, Octavio Ramírez Utrilla, pidió que se privilegiara el diálogo.

“No arriesguen a los niños ni a las mujeres. Expliquen que hay una ley y cuáles son sus alcances”, insistió.

Durante el operativo, un joven migrante se desvaneció. En un principio, los oficiales lo acusaron de fingir el desmayo. El hombre fue trasladado al centro médico regional.

Salva Cruz, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, declaró que ayer se violó el derecho internacional, porque la obligación del Estado mexicano es ofrecer protección a los inmigrantes y no usar a las fuerzas de seguridad.

“Estas familias necesitan ser reconocidas como refugiadas. Debería estar la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y autoridades de protección a la infancia”, señaló. Los indocumentados fueron trasladados a la Estación Migratoria Siglo 21 para su deportación. De acuerdo con autoridades federales, se reforzó la vigilancia en Ciudad Hidalgo, Tapachula, Huehuetán, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá y Arriaga. Con información de Manuel Espino

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