Los Ángeles.— Por diversas irregularidades en la aplicación de la ley, autoridades migratorias han encarcelado y luego liberado a más de mil 480 estadounidenses desde 2012, y en donde algunos han pasado meses o incluso años retenidos, informó ayer Los Ángeles Times.
En una revisión de los registros y entrevistas del Departamento de Justicia con los abogados de inmigración, descubrió cientos de casos adicionales en los tribunales de inmigración del país en los que las personas se vieron obligadas a demostrar que son estadounidenses y en ocasiones pasaron meses o incluso años detenidos, tal es el caso de Davino Watson, quien estuvo detenido erróneamente durante más de tres años.
Al ser preguntado por su estatus migratorio, indicó que era ciudadano estadounidense a través de su padre, que se había naturalizado. El ICE revisó la información del padre del detenido en sus bases de datos; sin embargo, dio con los datos de una persona equivocada, según demuestran los documentos judiciales.
En vez de dar con Hopeton Ulando Watson, el padre de Watson residente en Nueva York, encontraron a Hopeton Livingston Watson, un hombre de Connecticut que no era ciudadano estadounidense. Una vez que Watson cumplió su condena por venta de cocaína, pasó a ser custodiado por el ICE, en cuyas instalaciones de una localidad de Alabama estuvo durante mil 273 días.
Incluso después de darse cuenta, los abogados federales se negaron a liberarlo, debido a la interpretación que hicieron de una ley jamaicana por la que consideraban que Watson debía ser deportado, porque su padre no ejercía como su guardián legal tras abandonar la isla. “Sientes que te privan de tus derechos. Te sientes desesperado. Fue muy difícil de entender”, dijo Watson.
Entre las víctimas también se incluye a un paisajista robado en un estacionamiento de la tienda The Home Depot en Rialto, California, y detenido varios días, a pesar de los intentos de su hijo de mostrar a los agentes su pasaporte. La Unión Estadounidense de Libertades Civiles sostiene que los defectos en los datos que usa ICE son tan comunes que no se debe permitir que los agentes confíen en esos registros.