El secretario
estadounidense de Defensa
, Jim Mattis , dijo el miércoles que aún hay lugar para la diplomacia con Corea del Norte ante sus provocadores lanzamientos de misiles, luego que el presidente Donald Trump afirmara que negociar con Pyongyang "no es la solución".
"Nunca descartamos las soluciones diplomáticas", dijo Mattis al ingresar a una reunión con su par de Corea del Sur, Song Young-moo.
"Continuamos trabajando juntos y el ministro y yo compartimos la responsabilidad de garantizar la protección de nuestras naciones, nuestros ciudadanos y nuestros intereses, que es precisamente por lo que estamos aquí para conversar", añadió.
"Nunca somos complacientes", dijo.
La declaración se produce luego de que Corea del Norte aumentara la tensión tras lanzar el martes un misil que sobrevoló territorio japonés.
Antes de las palabras de Mattis, Trump había afirmado en un tuit que "Estados Unidos ha estado desde hace 25 años hablando con Corea del Norte y pagándoles dinero por medio del chantaje. Hablar no es la solución!".
El líder norcoreano Kim Jong-Un prometió más misiles sobre Japón, ante la condena de Naciones Unidas y la advertencia de Estados Unidos sobre severas repercusiones.
El misil Hwasong-12 de alcance medio lanzado por Pyongyang constituyó una escalada de tensión en torno al programa nuclear y balístico del régimen norcoreano.
Ese misil tiene el potencial de llegar a la base estadounidense de la isla de Guam, en el Pacífico.
En julio, Corea del Norte también realizó lanzamientos de prueba de misiles intercontinentales (ICBM) que teóricamente podrían llevar una bomba nuclear a territorio continental de Estados Unidos.
Tras el último lanzamiento, Trump dijo que "todas las opciones" están sobre la mesa, reavivando su amenaza implícita de una acción militar preventiva, solo días después de felicitarse porque Kim parecía estar "comenzando a respetarnos".
El martes, el Consejo de Seguridad de la ONU, que ya ha impuesto siete rondas de sanciones a Pyongyang, condenó de forma unánime las acciones norcoreanas, las cuales consideró que "no sólo son una amenaza para la región, sino para todos los miembros de Naciones Unidas".
Corea del Norte debe "abandonar por completo todas sus armas nucleares y sus programas nucleares en marcha, de una forma verificable e irreversible", dijo el Consejo de Seguridad.