París

.- El nivel del mar aumentará al menos 43 centímetros de aquí a 2100 en el mejor de los casos si no se actúa frente al cambio climático , lo que impactará tanto a grandes ciudades costeras como a pequeños territorios insulares, según alerta el "Informe Especial sobre océano y la Criosfera en un Clima Cambiante" del Panel Internacional de Cambio Climático ( IPCC ) de la ONU , presentado hoy en Mónaco .

Subida del nivel del mar, pequeñas islas amenazadas de sumersión, glaciares que desaparecen... Algunos de los impactos devastadores del cambio climático ya son "irreversibles", advierte el informe, elaborado por 104 autores (31 mujeres y 73 hombres) de 36 países que han evaluado la bibiliografía científica y han citado, al menos 7 mil publicaciones científicas. El objetivo es que sirva de contribución científica fundamental para la comunidad internacional cuyos líderes se reunirán en la XXV Cumbre del Clima de Cambio Climático en diciembre en Chile .

El estudio revela que el cambio climático ha incrementado ya la frecuencia e intensidad de las inundaciones, el aumento del nivel del mar y la mayor pérdida de los glaciares y alerta de las graves consecuencias del calentamiento, que afectará a la disponibilidad de agua dulce y aumentará entre otras consecuencias y la recurrencia de los episodios de nivel del mar extremo, que hasta ahora se producían una vez cada cien años mientras que de aquí a 2050 alcanzarán una periodicidad anual.

Asimismo, los científicos pronostican que si no se actúa los vientos y las precipitaciones asociados a los ciclones tropicales se agudizarán y provocarán estos episodios de nivel de mar extremo, al tiempo que aumentarán los riesgos extremos.

Reduciendo las emisiones, los cambios nefastos en el océano no se detendrían repentinamente, pero se ralentizarían. De esta manera, "habría más posibilidades de conservar los ecosistemas y permitiría ganar tiempo", subraya la climatóloga Valérie Masson-Delmotte , que participó en la redacción del documento, de 900 páginas.

Ganar tiempo para, por ejemplo, prepararse a la subida de las aguas que favorece las tormentas y las olas gigantes. ¿Cómo? Construyendo diques alrededor de las grandes megalópolis costeras como Nueva York o anticipando el desplazamiento inevitable de algunas poblaciones, sobre todo de los pequeños Estados insulares que podrían volverse inhabitables para finales de siglo.

El ritmo de crecimiento del nivel de los océanos fue 2.5 veces más rápido a principios del siglo XXI que en el siglo XX y continuará aumentando.

No es un "problema técnico o medioambiental. No podemos poner una tirita encima para que desaparezca", según otro autor del informe, Bruce Glavovic , de la Universidad Massey de Nueva Zelanda . Esto "redefinirá los litorales del mundo enero, ahí donde se concentran las poblaciones".

En estas costas, construir protecciones podría reducir el riesgo de inundaciones de una entre 100 a una entre mil, pero costaría "entre decenas y centenares de miles de millones de dólares anuales", según el informe.

Estas protecciones serán sin embargo más eficaces en las megalópolis costeras que en los grandes deltas agrícolas o los pequeños estados insulares, que de todas formas tampoco tendrán los recursos financieros para realizar esas obras.

En total, según el informe, más de mil millones de personas vivirán de aquí a mediados de siglo en zonas costeras poco elevadas, especialmente vulnerables a las inundaciones y a otros eventos meteorológicos extremos amplificados por la subida del nivel del mar y el desarreglo climático.

E incluso en un mundo con un calentamiento a +2 ºC, muchas megalópolis y pequeñas islas se verían golpeadas de aquí a 2050 por un evento extremo al menos una vez al año, en vez de una vez cada 100 años como hasta ahora.

El mundo se comprometió en 2015 en el Acuerdo de París a limitar el calentamiento a +2 ºC, e incluso a +1,5º C respecto a la era preindustrial, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con las actividades humanas.

Los océanos, que cubren más de 70% de la superficie terrestre, absorbieron alrededor de una cuarta parte de estas emisiones y 90% del calor suplementario generado por el CO2 producido por el hombre. Y con consecuencias palpables: alza de la temperatura del mar, acidifiación, pérdida de oxígeno.

"Puede que, para muchas personas, el mar abierto, el Ártico , la Antártida y las zonas de alta montaña parezcan muy distantes, pero dependemos de esas regiones que inciden directa e indirectamente en nuestras vidas de formas muy diversas, por ejemplo en lo concerniente al tiempo y el clima, al alimentación y el agua, la energía, el comercio, el transporte, las actividades de ocio y turísticas, la salud, el bienestar, la cultura y la identidad", dijo el presidente del IPCC , Hoesung Lee.

agv

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