En el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro , existen aún muchas dudas respecto al impacto que la legalización de esta práctica puede tener en los países. Entre ellas: ¿la legalización aumenta el número de abortos? ¿Qué pasa con la mortalidad materna en las naciones donde se puede acceder a un aborto legal y seguro?
De acuerdo con la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), “la despenalización no aumenta la tasa de abortos , como se suele suponer. En algunos países hay un aumento inicial después de la despenalización, pero es imposible determinar si es un aumento real o el resultado de un subregistro cuando el aborto es criminal, y un mayor registro después de que el aborto se legaliza y no hay razón legal para esconderse”.
Tanto en países europeos como latinoamericanos donde el aborto es legal , lo que se ha identificado es que después de ese aumento inicial, la tasa se estabiliza.
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Sobre la mortalidad materna , los casos de tres países pueden funcionar como ejemplo:
Uruguay
En este país se legalizó la interrupción voluntaria del embarazo en 2012. Entre 2001 y 2005, los abortos fueron la causa de 37% de las muertes maternas; pero entre 2011 y 2011, según la FIGO, se redujeron a un promedio de 8%.
“La disminución acelerada de la mortalidad materna desde 2005 es coincidente con la implementación de una batería de acciones sociales y sanitarias de protección de la mujer, que aumenta más desde 2010, con la aplicación de políticas específicas: creación y ampliación de los servicios de salud sexual y reproductiva universales, implementación del modelo de reducción de riesgos y daños, implementación de políticas públicas en educación y despenalización del aborto”, detalla.
Rumania
Antes de 1966, las mujeres tenían acceso a un aborto seguro, a través del sistema de salud nacional. Durante esa etapa, las tasas de mortalidad materna eran similares a las de otros países europeos donde se perite el aborto. En 1966, en el gobierno de Nicolae Ceausescu, se penalizó no solo el aborto, sino el uso de anticonceptivos. El resultado: aumentó drásticamente la tasa de mortalidad materna, de 16.9 por cada 100 mil personas en 1965, a 151.3 por cada 100 mil en 1982.
En 1989, tras la caída del régimen comunista, el aborto volvió a ser legal. La tasa de mortalidad materna cayó 50% en el primer año tras la legalización, de acuerdo con el estudio: “Las consecuencias para la salud pública del aborto inducido restringido: las lecciones de Rumania”, publicado en el Journal of Public Health.
Sudáfrica
Con la aprobación, en 1996, de la Ley de Libre Elección sobre Interrupción del Embarazo, cayeron las tasas de mortalidad materna. De acuerdo con el estudio “Dramático declive en la mortalidad Materna debido al Acta de Libre Elección sobre Interrupción del Embarazo”, publicada en el South African Jorunal, en 1994, antes de la legalización, unas 45 mil mujeres eran atendidas al año en hospitales públicos por complicaciones ligadas a un aborto inseguro; 425 murieron, aproximadamente. Entre 1994 y 2001, la tasa de mortalidad materna ligada al aborto cayó 91%.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se provocan cerca de 73 millones de abortos en todo el mundo. El 61% de los embarazos no deseados se interrumpen voluntariamente. La OMS calcula que 45% de los abortos provocados en el mundo entre 2010 y 2014 fueron realizados en condiciones inseguras. “Los abortos no seguros causan alrededor de 39 mil muertes al año y hacen que millones de mujeres más sean hospitalizadas por complicaciones. La mayor parte de estas muertes se concentran en los países de ingreso bajo —más del 60% en África y el 30% en Asia— y entre quienes viven en las situaciones más vulnerables”.
Entre los requisitos que la OMS considera para que un aborto sea seguro, es usar un método avalado por la organización que considere el tiempo de embarazo; que lo realice una persona con conocimientos necesarios o, si se hace en casa, que la mujer tenga la información precisa y el apoyo de un profesional de la salud, además de atención posterior en caso de cualquier complicación.
Cada año, estima la OMS, entre 4.7% y 13.2% de las muertes maternas se deben a un aborto peligroso. “Se calcula que, en las regiones desarrolladas, por cada 100 mil abortos peligrosos se producen 30 defunciones, mientras que esta proporción aumenta hasta las 220 defunciones por cada 100 mil abortos peligrosos en las regiones en desarrollo”.
¿Qué países prohíben por completo el aborto?
En Latinoamérica, El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana son algunas de las naciones donde no sólo está prohibido el aborto, sino que muchas mujeres pasan años en prisión , incluso en casos de aborto espontáneo.
El Congo, Egipto, Filipinas, Malta y en Ciudad del Vaticano, el aborto está también proscrito.
En 58 países, se permite el aborto a petición de la persona afectada; otros 134 lo permiten si la vida de la mujer está en peligro. Venezuela, Paraguay y Guatemala están incluidos en este último caso.
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agv/mcc