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Washington.— El inicio de las audiencias públicas de la investigación con miras al impeachment, además del comienzo del espec-táculo televisivo que supuso, tenía guardada una bomba: la revelación de una llamada desconocida hasta ahora en la que el presidente Donald Trump priorizaba las “investigaciones” contra sus rivales políticos antes de la relación con Ucrania.
William Taylor, embajador de Estados Unidos en Kiev, había sido uno de los más claros en sus testimonios a puerta cerrada respecto del quid pro quo con el que Trump estaba extorsionando a los ucranianos: ayuda militar por casi 400 millones de dólares a cambio de una investigación sobre una presunta trama de corrupción del exvicepresidente Joe Biden.
Las sesiones a puerta cerrada y filtraciones habían dejado clara la mala praxis del presidente, pero la revelación de ayer dio la puntilla demoledora. Taylor contó, en directo para todas las televisiones y radios del país, que uno de los integrantes de su equipo escuchó una conversación telefónica realizada un día después de la célebre llamada entre Trump y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en la que le pidió investigar a Biden y que desató la crisis y el caos y la consolidación del proceso de impeachment.
La plática que escuchó el integrante del equipo de Taylor era entre el embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, Gordon Sond- land, y Trump, en la que se hablaba de “las investigaciones”.
El ayudante de Taylor, al preguntar a Sond- land sobre la opinión del presidente sobre Ucrania, recibió una respuesta sorprendente: “Le preocupa más la investigación de los Biden, presionada por [Rudy] Giuliani”, el abogado presidencial que aparece como punto central y turbio en todo el escándalo con Ucrania.
Según Taylor, había dos vías de hacer política con Ucrania: “Una normal y la otra altamente preocupante”. Lo secundó en esa teoría el otro testigo interrogado ayer, George Kent, alto cargo del Departamento de Estado para Ucrania, quien entre otras dijo que las decisiones de Giuliani y Trump “contradicen” toda la historia de políticas de Estados Unidos hasta la fecha con Kiev (desde 1991), y quien negó que haya algún indicio sobre la presunta corrupción de Biden o su hijo Hunter.
El inicio de la fase pública del proceso de impeachment fue el espectáculo mediático que ambos partidos esperaban. El único objetivo que tienen es que la opinión pública pueda ver en sus pantallas o escuchar en sus dispositivos, con voces reales, todo lo que se dice de la pesquisa sobre Ucrania. Y cada uno de ellos modificar el mensaje a su antojo, para que los sondeos vayan a su favor en el apoyo (o no) a la destitución de Trump.
El presidente dijo “no haber visto ni un minuto” de las audiencias de una “caza de brujas”, aunque estuvo retuiteando sobre lo que pasaba en el Congreso más de una decena de veces. Está previsto que hoy la Casa Blanca publique la transcripción de la primera llamada entre Trump y Zelensky; mañana viernes volverán las audiencias con la presencia de Marie Yovanovitch, exembajadora de EU en Ucrania obligada a dimitir por no querer cumplir órdenes dudosas emitidas desde la Casa Blanca.