Nueva York.— AT&T consideró ayer un “gran error” haber contratado a Michael Cohen, el abogado personal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que asesorara al grupo de telecomunicaciones sobre su proyectada fusión con Time Warner, días después de la toma de posesión. Frente a este caso, la Casa Blanca defendió la ética del mandatario.

El máximo ejecutivo de la firma, Randall Stephenson, reconoció en un mensaje interno enviado a sus empleados y recogido por CNBC: “No hay otra forma de decirlo: que AT&T contratara a Michael Cohen como consultor político fue un gran error”, aunque fuera “legal y legítimo”. Después de que el jueves saltara a la prensa ese contrato, la propia compañía emitió un documento explicativo sobre su relación con Cohen, quien recibió 600 mil dólares por un contrato de un año, entre enero y diciembre de 2017.

Según el diario The Washington Post, AT&T contrató a Cohen para que los asesorara en varios temas relacionados con el gobierno, como la fusión que anunció en 2016 con Time Warner por unos 85 mil 400 millones de dólares y que está sujeta a regulación.

Según Stephenson, el trabajo de Cohen estuvo “expresamente limitado” a la asesoría y “no le permitía hacer lobby” sin notificar primero a AT&T, algo que asegura “nunca ocurrió”.

Durante su campaña electoral, Trump expresó su oposición a esa operación y el pasado noviembre, el Departamento de Justicia de EU presentó una demanda para bloquearla, un caso que aún está dirimiéndose en los tribunales.

No es el único caso. La farmacéutica Novartis también firmó contratos con Cohen. Según explicó ayer, esperaba que por 1.2 millones de dólares el abogado los asesorara sobre la política de salud del nuevo gobierno.

Tanto AT&T como Novartis dijeron que debido a los pagos a Cohen fueron contactadas por el investigador especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) Robert Mueller, quien indaga, entre otros, aspectos el entorno financiero de Trump.

La Justicia lleva adelante también pesquisas vinculadas con Cohen por haberle pagado 130 mil dólares a la actriz porno Stephanie Clifford para que no hablara sobre un presunto affaire con Trump.

El abogado de Clifford Michael Avenatti explicó que en los meses que sucedieron a la elección presidencial de noviembre de 2016 Cohen recibió diferentes pagos de empresas a la misma compañía fantasma utilizada para hacer fluir los fondos para su clienta. Entre otros se habría registrado un pago del oligarca ruso Viktor Vekselberg de medio millón de dólares.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, no quiso aclarar si considera inapropiados los pagos a Cohen de grandes empresas, pero destacó que esos contratos no han influido en las decisiones de Trump.

“Lo más importante es que el presidente no se deja influir por los intereses especiales. Va a hacer lo que cree que está en el interés de los estadounidenses en todo el país”, dijo Sanders, quien citó como ejemplo la oposición de Trumo a la fusión de AT&T con Time Warner.

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