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San José.— El capitán ultraderechista brasileño Jair Messias Bolsonaro, candidato a la presidencia de Brasil por el Partido Social Liberal (PSL) y favorito para los comicios del próximo 7 de octubre, fue víctima de un ataque con un cuchillo durante un mitin electoral en el suroriental estado de Minas Gerais.
En el momento del ataque Bolsonaro era cargado en hombros por una multitud en la ciudad de Juiz de Fora cuando un hombre lo atacó con un cuchillo en el estómago. Fue trasladado de urgencia a un hospital cercano y sometido a una cirugía.
En un parte emitido anoche, los médicos indicaron que Bolsonaro ingresó con una grave pérdida de sangre por una profunda perforación abdominal que afectó una vena y los intestinos grueso y delgado, por lo que fue sometido con éxito a una intervención quirúrgica que duró dos horas. Se prevé un tiempo inicial de recuperación de unos 10 días.
“Las lesiones graves que amenazaban su vida fueron identificadas y tratadas en la cirugía, y él ya se encuentra en una unidad de cuidados intensivos, en estado grave pero estable en este momento”, explicó el cirujano Luiz Henrique Borsato.
“Está en estado grave pero estable, ya que respira normalmente, recuperó la conciencia, reconoció a sus hijos, conversó con ellos y su presión y su ritmo cardíaco están normales”, agregó.
Flavio Bolsonaro, hijo del candidato, dijo en un primer momento, a través de Twitter, que el ataque contra su padre “fue sólo superficial”, pero horas después reconoció que “fue más grave” de lo que “esperábamos”.
El atacante confeso, identificado como Adelio Bispo de Oliveira, de 40 de edad, fue detenido por la Policía Militarizada de Minas Gerais, que lo salvó de ser linchado por una turba que lo detuvo inmediatamente después del ataque.
Este hecho elevó la tensión dentro de la carrera electoral de Brasil y fue condenado por la clase política.
“Creo que es lamentable”, pues “en un país democrático que se respeta no se puede permitir que se acuchille a un candidato ni a nadie”, dijo la ex presidenta Dilma Rousseff, y agregó: “Incentivar el odio crea ese tipo de actitudes”, en referencia a las declaraciones que hizo el candidato en un acto de campaña en el que dijo que pretendía “fusilar a la ‘petralhada’”, como llaman de forma peyorativa a los militantes del Partido de los Trabajadores (PT).
Los demás candidatos presidenciales también condenaron el ataque, así como la violencia en el país, y se pronunciaron en defensa de la democracia y los derechos humanos.
“En este momento difícil que atraviesa nuestro país, es preciso velar con rigor por la defensa de la vida humana y por la defensa de la vida democrática”, dijo la líder ecologista Marina Silva, segunda en los sondeos.
El candidato del PSL es de tendencia ultraderechista y uno de los más polémicos debido a que es un defensor de la última dictadura militar en Brasil (1964-1985). Ha generado diversas protestas por sus declaraciones machistas, racistas y homófobas.
Los hechos coincidieron con la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Brasil de rechazar ayer una nueva solicitud para que se autorizara al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) lanzarse como candidato presidencial por el PT.
Condenado en 2017 a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, Lula se encuentra preso desde el pasado 8 de abril.
Con el ex mandatario prácticamente fuera de competencia, Bolsonaro se perfila como el candidato con mayor posibilidades para ganar las elecciones en una segunda vuelta, el 28 de octubre.
