Guta Oriental, el principal feudo opositor de las afueras de Damasco, vivió ayer de nuevo una jornada sangrienta con al menos 38 muertos y 117 heridos por los bombardeos y disparos de artillería, lo que llevó a la Organización de las Naciones Unidas a exigir “una suspensión inmediata” de la violencia, que en los últimos días ha costado la vida de más de 300 civiles.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los fallecidos de ayer, entre los que hay cuatro menores de edad, perdieron la vida por los bombardeos de la aviación siria y la rusa, así como por el fuego de artillería de las fuerzas gubernamentales, contra distintas partes de Guta Oriental.
No obstante, Moscú negó cualquier implicación en los ataques.
El Observatorio informó que helicópteros militares arrojaron barriles de explosivos contra las localidades de Kafr Batna, Madira, Hamuriya y Zamalka, mientras que aviones de combate golpearon Yisrin, Ain Tarma, Mesraba y Arbín. Las tropas leales al gobierno sirio dispararon, además, cohetes de tipo tierra-tierra contra Mesraba y Madira.
La Defensa Civil Siria, que presta labores de rescate en zonas fuera del control del Gobierno, confirmó en Twitter que al menos veinte civiles perecieron en Kafr Batna.
Desde el domingo, Guta Oriental es escenario de una escalada de las hostilidades, que ha causado 310 muertos, entre ellos 72 menores, y 1.650 heridos, de acuerdo al recuento del Observatorio.
Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que desde el domingo han sido atacadas, destruidas o dañadas 13 clínicas que cuentan con el apoyo de la organización en la región. MSF contabilizó sólo en los hospitales que apoya 237 muertos y casi mil 300 heridos.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reclamó acceso a la zona. “Se debe autorizar a nuestros equipos para que lleguen a Guta Oriental y socorrer a los heridos”, declaró en un comunicado Marianne Gasser, representante del CICR en Siria. Los equipos médicos “son incapaces de hacer frente a este gran número de heridos y no hay suficientes medicamentos ni material médico en la región”, señaló.
A la “profunda preocupación” del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se sumó la condena del gobierno alemán a la ofensiva siria, que tachó de “campaña contra la propia población”, así como el llamamiento del presidente francés Emmanuel Macron, que pidió el alto el fuego.
“Francia condena clara y decididamente lo que ha hoy [miércoles] sucedido en Guta Oriental”, dijo Macron en París. “Con la excusa de la lucha contra los yihadistas islamistas, el régimen [sirio] ha decidido con algunos de sus aliados atacar a la población civil y probablemente a algunos de sus adversarios”, añadió.
Rusia propuso una sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU. “Esto es necesario teniendo en cuenta las preocupaciones que hemos escuchado”, dijo en Nueva York el embajador ruso ante la ONU, Vasili Zursya. La sesión fue propuesta para hoy, con el objetivo de que todas las partes expongan su posición, explicó, según declaraciones reproducidas por la agencia rusa TASS.
Guta Oriental figura entre los últimos territorios que todavía están en manos de los insurgentes en el país sumido en una guerra civil. La región está controlada por milicias islamistas y desde hace meses está cercada por tropas gubernamentales.
Cerca de 400 mil personas están prácticamente aisladas del mundo exterior por el bloqueo y los cooperantes señalan que la situación humanitaria es dramática.
En tanto, la situación en el noroeste del país sigue siendo tensa. Desde esta semana las tropas sirias del gobierno apoyan a los kurdos en su lucha contra Turquía. Turquía comenzó hace un mes una ofensiva en la localidad siria de Afrin. La región está controlada por la milicia kurda YPG.