Uagadugú.- Al menos 40 personas murieron y 33 resultaron heridas el sábado después de un ataque por parte de hombres armados no identificados en el norte de Burkina Faso, informaron este domingo las autoridades locales.
El gobernador de la Región Norte, Raymond David Valentin Ouédraogo, informó en un comunicado que fue atacado un destacamento militar y de Voluntarios por la Defensa de la Patria (VDP), civiles que colaboran con las Fuerzas Armadas burkinesas contra los grupos yihadistas.
El destacamento, situado en Aorèma, localidad a unos 15 kilómetros al noreste de la ciudad de Ouahigouya fue atacado el pasado 15 de abril en torno a las 16:00 hora local (misma GMT).
"Desgraciadamente, el balance provisional de este ataque es de 40 muertos, seis soldados y treinta y cuatro Voluntarios para la Defensa de la Patria", informó Ouédraogo.
"Se registraron treinta y tres heridos, que están siendo atendidos en el Hospital Universitario Regional de Ouahigouya, y se encuentran todos en estado estable", agregó.
La situación de seguridad se ha deteriorado considerablemente en los últimos meses en Burkina Faso.
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El pasado 17 de febrero, el Ejército burkinés sufrió el peor atentado mortal de su historia, con la muerte de 51 soldados, según la cifra oficial, aunque fuentes militares indicaron a EFE que el número de víctimas sería más alto.
El 26 de febrero, la localidad de Partiaga, en el este del país, fue atacada por terroristas que asesinaron al menos a 60 personas, según el Movimiento Burkinés de Derechos Humanos y de los Pueblos (MBDHP), si bien no se ha anunciado ninguna cifra oficial.
El pasado 13 de abril, las autoridades burkinesas decretaron "movilización general" con el fin de "dar al Estado todos los medios necesarios" dentro de un marco legal para hacer frente a la amenaza terrorista.
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Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al-Qaeda como al Estado Islámico, sobre todo en el norte del país.
El país encajó dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre cometido por el capitán Ibrahim Traoré.
Las dos tomas del poder por los militares tuvieron lugar tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que han forzado el desplazamiento de cerca de 2 millones de personas, según los últimos datos del gobierno.
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