El intento de asesinato del exespía ruso Sergei Skripal y su hija , Julia , en Salisbury ha sido "descarado" y "peligroso", dijo hoy la ministra de Interior, Amber Rudd , que prometió "actuar" una vez que se aclaren los hechos.
En una declaración en la Cámara de los Comunes , Rudd añadió que se ha tratado de un delito "repugnante, sin escrúpulos" y "cruel", pero pidió evitar las conjeturas sobre los responsables del ataque.
Skripal y su hija están ingresados en un hospital de Salisbury , centro de Inglaterra , en estado grave, después de que fueran hallados el domingo inconscientes cerca de un centro comercial de esa localidad, donde el antiguo agente vivía refugiado.
La unidad antiterrorista de la Policía británica ha confirmado que la sustancia utilizada en el ataque ha sido un agente nervioso , cuyo origen tratan de determinar las fuerzas del orden.
"El uso del agente nervioso en territorio del Reino Unido es un acto descarado y peligroso. Este ha sido un intento de asesinato de lo más cruel (...) la gente tiene derecho a saber quién debe rendir cuentas", subrayó la titular de Interior.
"Pero si queremos ser rigurosos con esta investigación -añadió- debemos evitar las conjeturas y permitir que la Policía lleve a cabo la investigación. Estamos comprometidos a hacer todo lo que podamos para llevar a los responsables ante la Justicia".
La ministra subrayó que la investigación avanza rápido y que el Gobierno "actuará sin dudas" una vez que se aclare el delito.
El caso recuerda al del exespía ruso Alexander Litvinenko , envenenado con polonio 210 en Londres en 2006 tras tomar una taza de té en el hotel Millenium de Londres con dos ciudadanos rusos.
Una investigación posterior estableció que lo más probable es que el Gobierno ruso estuviera detrás de ese asesinato.
La ministra de Interior informó hoy de que mejora el policía intoxicado con un agente nervioso tras atender a la pareja.
Skripal, doble agente al haber colaborado para el servicio de espionaje británico MI6, fue un antiguo coronel del espionaje militar de Rusia, condenado en 2006 a 13 años de prisión por alta traición, después de ser procesado por haber colaborado durante años con los servicios de espionaje británicos MI6.
En 2010 salió de Rusia en un intercambio de espías rusos acordado con Estados Unidos, canje que tuvo lugar en Viena.
Skripal fue llevado al Reino Unido, donde se instaló en Salisbury, localidad conocida por su catedral y donde el exagente llevaba una vida aparentemente muy tranquila.
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