Este miércoles se cumplen 48 años desde que la ONU declaró al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Esta fecha, elegida para conmemorar a las 129 trabajadoras que fallecieron durante el incendio en la fábrica Cotton de Nueva York en 1908 mientras reclamaban por sus derechos laborales, pretende analizar cómo se plantean nuestras sociedades para las mujeres, cuán equitativos hemos sido y cuáles son las principales amenazas para el género femenino.
En el caso de Latinoamérica y el Caribe , por ejemplo, por un lado celebramos ser la región con mayor participación femenina en los parlamentos nacionales, pero por otro lamentamos que en promedio unas 12 mujeres son asesinadas cada día por razón de género, según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe.
Si bien en los últimos 15 años se consiguieron grandes progresos en cuanto a paridad de género en la región, llegando a ocupar el tercer puesto de ochos posibles en el Informe Global de Brecha de Género con una calificación de 72,6% (ese ránking lo encabezan Norteamérica con el 76,9% y Europa con el 76,6%), situaciones como la pandemia de Covid-19 revelaron también que más mujeres perdieron sus trabajos o fueron obligadas dejarlos debido a cargas aumentadas de responsabilidad por cuidado del hogar o familiares. Según la consultora McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la emergencia sanitaria.
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Por ello, para conmemorar este 8 de marzo el Grupo de Diarios de América (GDA) seleccionó a un conjunto de destacadas mujeres y les pidió su visión sobre la situación actual de la región.
Inés Camilloni, argentina, miembro de la Comisión Mundial de Ética en el Conocimiento Científico Científico y la Tecnología de UNESCO.
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
En los últimos años las mujeres latinoamericanas han logrado mejoras significativas en lo que se refiere a su inclusión en procesos científicos y tecnológicos, así como en la producción en ciencia y tecnología. Sin embargo, todavía persisten obstáculos personales, culturales e institucionales que limitan su desarrollo pleno, entre los que se encuentran las responsabilidades de cuidados que afectan particularmente a sus trayectorias académicas en distintas etapas, y las ubican en clara desventaja respecto de sus pares varones.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
Durante la pandemia las tareas de cuidado se incrementaron en una proporción importante para mujeres científicas, afectando su producción y aumentando la brecha con colegas varones que, por el contrario, publicaron más que en condiciones normales. La lección es que la brecha de género sigue estando y ante situaciones de crisis como la pandemia, se amplifica notoriamente.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
La igualdad de género está avanzando en la dirección de generar sociedades más justas y equitativas en América Latina, aunque todavía queda mucho por hacer. El hombre latino debe entender que la igualdad en el hogar, el acceso a la educación y a la salud, las oportunidades en el mercado laboral y financiero, y la participación en la vida política de las mujeres contribuye a mejorar el bienestar de las sociedades y al desarrollo económico.
Alice Pataxó, comunicadora, activista indígena y climática brasileña
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
En mi experiencia de vivir en una comunidad indígena, digo que es la falta de acceso a la educación. La educación es un pilar y en Brasil, lamentablemente, sufrimos mucho con la búsqueda de una educación de calidad, estar en una buena escuela, llegar a la universidad. Y la desigualdad social aumenta mucho la deserción escolar de las mujeres, además de la maternidad temprana y otros problemas, sobre todo en territorio indígena.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
Después de la pandemia, la idea de unión estuvo muy presente. El distanciamiento, la separación de las personas mostró cuán necesario es el diálogo entre mujeres, para ayudar a entender el universo de cada una, porque es esta unión la que hace crecer los movimientos de mujeres y por la igualdad, de la unión surgen nuevas ideas y nuevas políticas. La pandemia reforzó la iniciativa de unión, diálogo y entendimiento mutuo.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
La desigualdad presente en varios espacios refleja un problema histórico: el hombre no está preparado para que la mujer tenga una posición de poder. Esto es claro en política, porque a pesar de los avances recientes, todavía estamos lejos del ideal. Brasil sigue siendo un país muy sexista y una cosa que me mata es que todavía se usa la frase "este no es un lugar de mujeres". Esto nos pone en un lugar de sumisión que no nos pertenece.
Julieta Martínez, activista medioambiental y de género, creadora de la plataforma Tremendas, en Chile
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
Tenemos que abordar hoy más que nunca la brecha de género en la educación. Hay zonas vulnerables en América Latina y el Caribe donde se espera que las niñas se casen y asuman funciones domésticas, no tienen la posibilidad de decidir lo que quieren hacer. Muchas de ellas gastan alrededor de cinco horas de su día en ir a buscar combustible o agua en vez de ir a la escuela, porque ese es su rol”.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
Esta lección es para todos, hay que dignificar los roles de cuidado. Que se entienda que cuidar es trabajar, que la sobrecarga de trabajo doméstico no remunerado limita los derechos de las mujeres. En Chile las mujeres dedican seis horas diarias a este tipo de valores según la ONU, la mitad del tiempo que dedican los hombres. Se debe visibilizar el trabajo no remunerado como un pilar fundamental.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
Se debe recordar que los ‘superpoderes’ son sobrecargas. El multitasking se presenta como un superpoder de mujer, cuando no es así. Se le ejerce un rol obligatorio y dejan de lado la corresponsabilidad. Hay que hablar de equidad de género. Que los jóvenes aprendan acerca de lo fundamental que es, ya que si la mitad de la población está fuera del mercado laboral, Latinoamérica no se puede desarrollar”.
Claudia Quintero, defensora de Derechos Humanos y gerenta de la Fundación Empodérame en Colombia
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
El primer obstáculo que enfrentamos es que tenemos baja autoestima porque hemos estado rodeadas de violencias, de mucha pobreza y pensamos que no podemos hacer muchas cosas, que no somos fuertes ni capaces. Es como un obstáculo interno que cuando se supera nos hace realmente imparables.
¿Qué lecciones dejó la pandemia para la mujer?
La pandemia cambió mi vida, definitivamente. Me enseñó a rodearme mejor, a comer mejor, a cuidarme más, pero, sobre todo, me enseñó a que yo era capaz sola. A pesar de que estamos rodeadas de gente buena y mala, también las mujeres tenemos que aprender a vivir y a disfrutar solas de nuestro cuerpo, de ver una serie, de irnos de vacaciones, de comprar algo, de divertirnos. No necesitamos de una media naranja para ser felices. La pandemia me enseñó que la soledad era buena y que la podía disfrutar.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
El hombre latinoamericano también ha sido oprimido desde la colonización, es un hombre racializado, atravesado por la etnia, la cultura. Lo que le cuesta al hombre es entender que está al lado de un par, que no es menos, que no es más chiquita, que no es inferior, sino que, así como ellos tienen esa fuerza, ellas también la tienen. En definitiva, somos latinos, una mezcla maravillosa de colores, de culturas. Ojalá nos vieran como pares porque seríamos potencia mundial si trabajamos de la mano hombres y mujeres. Eso es lo que le cuesta entender al hombre latinoamericano.
Sandra Cauffman, costarricense. Directora adjunta de Astrofísica de la NASA
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
El patriarcado. Independientemente de la experiencia, educación o habilidades de una mujer, la naturaleza patriarcal de algunas sociedades fomenta la percepción de que están menos calificadas y son menos competentes que los hombres. Lo que ha hecho el patriarcado es convencer a la gente de que una mujer fuerte e inteligente representa un problema; una interrupción del orden social en lugar de una parte integral de él.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
La familia y el autocuidado importa más de lo que nos dimos cuenta.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
La mayor parte de los hombres latino, en sus mentes, no puede diferenciar entre concepto de sexo y el concepto de género. El concepto de sexo se refiere a las diferencias y características biológicas, anatómicas, fisiológicas y cromosómicas. En cambio el género es el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales, que se construye en cada cultura y momento histórico con base en la diferencia sexual.
En consecuencia, el sexo es biológico y el género se elabora socialmente, de manera que ser biológicamente diferente no implica ser socialmente desigual. Y de ahí surge la naturaleza patriarcal de algunas sociedades que fomentan la percepción de que las mujeres estamos menos calificadas y somos menos competentes que los hombres por nuestro sexo.
A pesar de los muchos logros, muchos todavía creen que las mujeres son menos dignas de las mismas oportunidades educativas que se les brindan a los hombres. Si bien no se puede negar que la pobreza, la geografía y otros factores contribuyen a las enormes disparidades en la educación, el patriarcado justifica esta negación de oportunidades.
María Elena Ríos , música mexicana, activista y sobreviviente a un intento de feminicidio.
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
Hay tres grandes problemas sociales e históricos: el machismo, el racismo y el clasismo. México y Latinoamérica son un territorio que fue violado y violentado en todos los sentidos, donde más del 80% pertenecemos a un fenotipo y éste incide en la violencia contra las mujeres. Los medios de comunicación influyen como transmisores del paradigma patriarcal que se reproduce históricamente, difundiendo el ideal de una mujer blanca, caucásica, de ojos claros y rubia. Romper ese estereotipo es un gran reto de las mujeres que, desde la lucha feminista y antirrracista, pretenden recuperar los espacios que históricamente fueron negados.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
La pandemia acentuó los desequilibrios y la desigualdad estructural. En Latinoamérica, desde la mal llamada Conquista, de hace más de 500 años, se continúa propiciando desigualdad entre hombres y mujeres, y son ellas quienes han quedado relegadas de oportunidades.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
Que no hay competencia entre sexos, que las mujeres tenemos capacidades diferentes en lo físico, pero en lo intelectual nosotras tenemos las mismas capacidades para desempeñar los mismos roles y mismas responsabilidades de los hombres.
Ceci Patricia Flores , madre buscadora mexicana
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
El principal obstáculo que enfrentan las mujeres latinas es la violencia de género. Esta ola ha cubierto de sangre al país y de tristeza a las madres de
desaparecidos. Es el muro que impide que las mujeres latinoamericanas desarrollen con felicidad y plenitud su vida, derechos y libertad.
Para ellos (las autoridades federales y estatales), somos una estadística más frente a cualquier agresión o delito grave.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de Covid-19. ¿Qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
Perdí a muchos seres queridos y a mujeres del colectivo debido al virus. Y hay que seguirse cuidando. Pero los muertos de la pandemia no son ni la mitad de los desaparecidos y muertos con violencia de este gobierno.
La pandemia nos dejó claro que hay que seguir peleando contra la violencia de género.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
Cecilia asegura que por la visibilidad que las mujeres han alcanzado gracias a la representación por activismo, los hombres latinoamericanos, pero en especial los mexicanos con una arraigada cultura machista, se rehúsan a entender que las mujeres ya tienen un papel de liderazgo amplio.
Sin embargo, lamenta que se haya alcanzado ese nivel acosta de pelear contra la violencia de género que impera.
“El machismo es porque los hombres se sienten inferiores a nosotras por lo que hemos demostrado frente a la violencia”.
Mariela Noles Cotito, profesora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad del Pacífico e investigadora en temas de derechos humanos en Perú
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
Creo que el principal obstáculo al que nos enfrentamos las mujeres en la región, y del cual descienden la mayoría de las limitantes a nuestro pleno desarrollo en equidad e igualdad con nuestros pares varones, tiene que ver con la construcción misma de los mandatos de género. Lo que se considera adecuado, óptimo y “normal” para las mujeres y los varones en nuestra sociedad. Como resultado, vivimos en una sociedad que todavía segmenta espacios laborales, que tiene diferentes expectativas para las mujeres y los varones respecto de cuál es su rol en la vida familiar, y nos encasilla en ciertos espacios y roles; y donde las mujeres y los varones que se alejan de estos mandatos son objeto de burla, hostigamiento o violencia.
Esta ecuación se complica, obviamente, si a esta visión le añadimos las capas de las diversas identidades o condiciones que las niñas y mujeres latinoamericanas pueden ostentar. Esto implica no solo pensar en “las mujeres” como un solo grupo sino echar un vistazo a cómo la dinámica general antes expuesta afecta de manera particular a las mujeres lesbianas, con discapacidad, indígenas, afrodescendientes, raizales, palenqueras y quilombolas, a las mujeres adultas mayores, o las que tienen alguna condición de salud, entre otras.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
Creo que habría que hacer un ajuste en la pregunta misma. Es posible que 54 millones de mujeres en todo el mundo dejaran de trabajar fuera del hogar. Esto es, dejaron lo que llamamos el trabajo productivo, eso no quiere decir sin embargo, que dejaron de hacer el trabajo que la sociedad les ha impuesto como trabajo reproductivo.
Creo que una de las grandes lecciones que nos ha dejado la pandemia, más que para la mujer, es para la sociedad. Nos permitió verificar que eso que llamamos “amor" o “amor de madre” es en realidad un tipo de trabajo que no está remunerado, debiendo estarlo. Recordemos que el lavar, planchar, gestionar el hogar, cuidar de los niños, encargarse de los adultos mayores, gestionar las citas médicas, deportes y actividades extracurriculares, pendientes de la familia y otros, son un trabajo que nuestra sociedad ha impuesto históricamente sobre las mujeres.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
Dado que este hombre también está sujeto a mandatos de género restrictivos, además de ser testigo de los mandatos a que están sometidas las mujeres a su alrededor, tiene pocas herramientas para cuestionar el statu quo e identificar porque este sería lesivo para el desarrollo pleno e igualitario de las mujeres. No creo, particularmente, en la “culpa” de los varones o su vilificación, sino en el reconocimiento de que todos los sujetos sociales somos parte del mismo sistema. Sería interesante y bueno para el hombre latinoamericano, de manera personal y colectiva, empezar a cuestionar los mandatos impuestos sobre ellos y cómo les afectan realmente, y esto eventualmente les dará una mirada o curiosidad respecto de cómo los mandatos impuestos a las mujeres les afectan a ellas.
Vilmarie Rivera Sierra , designada como procuradora de la Oficina de las Mujeres en Puerto Rico
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
Considero que el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana es la desigualdad de género. La mayor parte de las mujeres viven en situaciones de pobreza y cada día tienen menos probabilidades de tener un empleo digno. Los hombres siguen ganando más que las mujeres por un mismo trabajo, lo que mantiene a la mujer en un estado de precariedad y la limita a tener acceso a un salario justo y equitativo que le permita salir de la pobreza y lograr su autosuficiencia económica. Además, las mujeres latinoamericanas continúan siendo las responsables del trabajo doméstico y de cuidado, sin remuneración. Esta situación de desigualdad y pobreza aumenta la vulnerabilidad que tiene la mujer a vivir relaciones de violencia, enfrentar discriminación y la falta de acceso a una educación formal y a servicios de salud.
Según McKinsey & Company , 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
La pandemia tuvo un gran impacto en la vida de las mujeres. El aumento y la sobrecarga que representó cumplir con sus responsabilidades como madres, jefas de familia y empleadas ocasionó un aumento en sus niveles de ansiedad y en su salud mental. Ante esta situación, las mujeres lograron desarrollar redes de apoyo entre ellas mismas para sobrellevar esta situación y poder canalizar sus emociones y sentimientos. Otro de los grandes retos presentados durante la pandemia fue que puso en precariedad laboral a las mujeres, ante la pérdida de empleo. Así que muchas mujeres tuvieron que reinventarse para poder generar el sustento económico para cubrir sus necesidades y las de su familia. La pandemia también dejó claro a la mujer que el hogar no siempre será un lugar seguro cuando se está en una situación de riesgo o de violencia, por lo que tuvo que aprender y confiar en nuevas estrategias para buscar ayuda como fue el uso de la tecnología y las redes sociales.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
Los hombres latinos han sido programados social y culturalmente para que aprendan su rol de superioridad sobre la mujer y que la vean como una figura inferior, por lo que dentro de una relación de pareja se “justifica” que un hombre trate a la mujer como un objeto de posesión. El hombre debe asumir todo el control porque se le asignó el rol de proveedor y protector de la familia y de la mujer. Al hombre latino le incomoda y le cuesta ver que una mujer es capaz de tomar el control de su vida y sus propias decisiones; que puede obtener un empleo con igual o mayor paga que él; que puede ocupar puestos de poder en estructuras donde se toman decisiones sobre política pública; que puede estudiar cualquier carrera académica y que exige una relación de pareja basada en el respeto, la equidad y en hacer valer su dignidad como persona. El que la mujer pueda elevar su autoestima, su amor propio y que no encuentre limitaciones para poder trabajar, estudiar y poder forjar la vida que desea, hace que el hombre choque con la cultura machista y patriarcal aprendida por lo que siente que pierde el control y que no está cumpliendo con las expectativas que se le requieren como hombre latino.
Marisol Argueta, abogada salvadoreña y directora para América Latina del Foro Económico Mundial
¿Cuál cree que es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
Las mujeres enfrentan múltiples obstáculos y continúan siendo afectadas por diferentes formas de discriminación en América Latina. La discriminación comienza a una edad temprana por razones culturales, estereotipos y costumbres que en muchos casos las relega a ciertas condiciones sociales y espacios educativos, las limita en determinadas actividades económicas y las ubica en posiciones de desventaja en la sociedad. También persisten normas jurídicas y prácticas laborales que perjudican sus derechos, su acceso al mercado laboral y su progreso a posiciones de liderazgo, y siguen existiendo brechas considerables con relación a los hombres, por ejemplo, de tipo salarial. El acoso en el trabajo, los embarazos prematuros, la violencia contra la mujer y el aumento de los feminicidios continúan siendo desafíos que generan grave preocupación en nuestra región.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19 , ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
La emergencia impactó mayormente a los sectores más intensivos en mano de obra femenina, incluyendo el empleo informal y en las micro, pequeñas y medianas empresas donde también predominan las mujeres. La OIT calcula que unos 23,6 millones de puestos de trabajo femeninos se perdieron, habiéndose recuperado solamente unos 19,3 millones. Ello significa que aún falta recuperar más de 4 millones de puestos de trabajo femeninos.
Además, las mujeres vieron afectada su autonomía económica también en parte por el incremento en la carga de trabajo en el hogar, que no es remunerado y que hace difícil conciliar las actividades domésticas con las responsabilidades laborales, limitando la posibilidad de su participación plena en el mercado laboral. Los confinamientos también tuvieron repercusiones gravísimas causando un alza alarmante en materia de violencia doméstica. Todo ello impactó en mayor medida en las mujeres jóvenes, de bajos recursos y con ocupaciones de menor calificación.
Los efectos de la pandemia demostraron la necesidad de prestar atención a la economía del cuidado, que debe ser una prioridad en el ámbito de los estudios y elaboración de políticas dirigidas al avance de la mujer.
¿Qué cree que es lo que más le cuesta entender al hombre latinoamericano respecto al rol actual de la mujer?
Las mujeres somos más del 51% de la población latinoamericana y un alto número de mujeres son jefas de hogar, muchas aportan el único ingreso económico para el sostén de sus familias. La mujer latinoamericana es el pilar de la familia y el aporte transgeneracional de las mujeres en la familia y en la sociedad es de importancia primaria; sobre ellas recae una alta responsabilidad social y también económica. El hombre latinoamericano debe reconocer que el empoderamiento de la mujer es una cuestión de justicia, de productividad y de importancia vital para la familia y para el desarrollo sano y robusto de la sociedad. Por ende, el hombre debe ser un verdadero agente de cambio que contribuya a eliminar las barreras sociales y culturales que impiden que las mujeres alcancen su verdadero potencial.
Virginia Suarez Vergé, empresaria uruguaya y consultora de la ONU y coach internacional
¿Cuál es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
Las nuevas generaciones están educadas en otro tipo de cualidades y liderazgos pero cuando entran el sistema las escupe. Lo educativo no alcanza, hay que cambiar el ADN del sistema porque si no se ensucia todo lo que ocasionalmente hacemos. La solución no es solo hacerle entender al hombre esto y cambiar el sistema, nosotras tenemos que generar nuestro propio cambio, empoderarnos, porque no nos la creemos.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
La pandemia dejó cosas positivas y negativas. Los números son crueles y alarmantes sobre el retroceso en la evolución de la mujer; en las tareas cotidianas y de la casa nos llevó de vuelta al hogar. Pero también dejó herramientas como los sistemas híbridos y el teletrabajo. Lo importante es encontrar el equilibrio. Agarrar lo positivo, mirar el vaso lleno para revertir esa retracción que es una realidad.
¿Qué es lo que más le cuesta entender al hombre latino respecto al rol actual de la mujer?
Cuesta entender el valor de la diversidad. Hay que trabajar en hacer valer eso y no hablo solo de género, está lo racial, étnico y etario. Ese lente que trae el género, con sus cualidades, en un sistema en proceso de cambio aún no se entendió. Tampoco es un tema de aumentar el cupo porque debo cumplir una cuota. Falta entender el verdadero valor, el tangible e intangible, el monetizable y no monetizable.
Rocío San Miguel, abogada venezolana, activista y presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional
¿Cuál cree que es el principal obstáculo que enfrenta la mujer latinoamericana?
La concepción de que la responsabilidad familiar recae solo en la mujer.
Tenemos que avanzar en el concepto de responsabilidad familiar compartida entre el hombre y la mujer, donde las tareas del hogar y el cuidado de los hijos sean auténticamente compartidos. No puede seguir siendo la maternidad un asunto de vulnerabilidad laboral. La igualdad de derechos de hombres y mujeres empieza en la familia.
Según McKinsey & Company, 54 millones de mujeres de todo el mundo dejaron de trabajar en el 2020 a causa de la pandemia de COVID-19, ¿qué lecciones para la mujer cree usted que dejó la pandemia?
• Pérdida de ingresos y desempleo y, al mismo tiempo, mayores dificultades en el acceso a los servicios de salud,
• Migración forzada por la crisis humanitaria compleja,
• Aumento de la violencia de género.
¿Qué cree que es lo que más le cuesta entender al hombre latinoamericano respecto al rol actual de la mujer?
La corresponsabilidad en los derechos y obligaciones familiares. La mujer se ha constituido en una fuerza laboral importante en el país a la par que cabeza de familia de millones de hogares sin padre en Venezuela. Sin embargo es necesario el establecimiento de incentivos reales que permitan avanzar a las mujeres en su rol político, económico, social y militar en el país.
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