Atmore, Alabama.- Mientras testigos, entre ellos cinco periodistas, observaban a través de una ventana, Kenneth Eugene Smith, declarado culpable y sentenciado a muerte por el asesinato a sueldo de Elizabeth Sennett en 1988, convulsionaba en una camilla mientras Alabama llevaba a cabo la primera ejecución del país utilizando gas nitrógeno.
Los críticos que temían que el nuevo método de ejecución fuera cruel y experimental dijeron que los últimos momentos de Smith el jueves por la noche demostraron que tenían razón. Sin embargo, el fiscal general de Alabama, Steve Marshall, la calificó el viernes de ejecución “de manual”.
Aquí hay un relato de un testigo ocular de cómo se desarrolló. Los tiempos, a menos que se indique lo contrario, corresponden a un reloj en la pared de la cámara de ejecución en el Centro Correccional William C. Holman.
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Comprobación de mascarilla
Las cortinas entre la sala de observación y la cámara de ejecución se abrieron a las 7:53 pm. Smith, vestido con un uniforme carcelario color canela, ya estaba atado a la camilla y envuelto en una sábana blanca.
Una máscara respiratoria con borde azul le cubría el rostro desde la frente hasta la barbilla. Tenía un protector facial transparente y un tubo de plástico que parecía conectarse a través de una abertura a la sala de control contigua.
Últimas palabras
El director de la prisión entró en la cámara, leyó la sentencia de muerte que fijaba la fecha de ejecución y sostuvo un micrófono para que Smith dijera las últimas palabras.
"Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás”, comenzó Smith. Movió sus dedos para formar un cartel de “Te amo” para los familiares que también estaban presentes. “Me voy con amor, paz y luz. ... Los amo a todos ustedes."
La familia Sennett observó desde una sala de visualización separada de aquella donde estaban sentados los miembros de los medios y el abogado de Smith.
La ejecución tiene luz verde
Marshall, el fiscal general, dio a los funcionarios de la prisión el visto bueno para comenzar la ejecución a las 7:56 pm. Esa fue la confirmación final de su oficina de que no había órdenes judiciales que impidieran que se llevara a cabo.
Un oficial penitenciario en la cámara se acercó a Smith y revisó el costado de la máscara.
El reverendo Jeff Hood, consejero espiritual de Smith, dio unos pasos hacia Smith, le tocó la pierna y parecieron orar.
El Departamento Correccional había exigido a Hood que firmara una exención aceptando permanecer a 0.9 metros (3 pies) de distancia de la máscara de gas de Smith en caso de que la manguera que suministraba nitrógeno se soltara.
Respiraciones agitadas y jadeantes
Smith comenzó a temblar y retorcerse violentamente, en espasmos y movimientos parecidos a convulsiones, alrededor de las 7:58 pm. La fuerza de sus movimientos hizo que la camilla se moviera visiblemente al menos una vez. Los brazos de Smith tiraron de las correas que lo sujetaban a la camilla. Levantó la cabeza de la camilla y luego cayó hacia atrás.
El temblor duró al menos dos minutos. Hood hizo repetidamente la señal de la cruz hacia Smith. La esposa de Smith, que estaba mirando, gritó.
Smith comenzó a tomar una serie de respiraciones profundas y su pecho se elevó notablemente. Su respiración ya no era visible alrededor de las 8:08 pm. El oficial penitenciario que había revisado la máscara antes se acercó a Smith y lo miró.
La ejecución termina
Las cortinas de la sala de visualización se cerraron alrededor de las 8:15 p.m.
El comisionado penitenciario de Alabama, John Q. Hamm, dijo a los periodistas después que el gas nitrógeno fluyó durante aproximadamente 15 minutos. La oficina del fiscal general del estado se negó el viernes a discutir a qué hora comenzó a fluir el gas nitrógeno, o a qué hora un monitor conectado a Smith durante la ejecución mostró que su corazón había dejado de latir.
Los funcionarios estatales dijeron que Smith fue declarado muerto a las 8:25 p.m.
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