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Alrededor de tres segundos tardará en caer el edificio Mónaco , la emblemática estructura ubicada en Medellín que perteneció a Pablo Escobar y que este viernes llega a su fin tras varios años de estar deshabitada y carcomida por el moho y los saqueos.
Desde las 6 a. m. de este viernes al menos 1.500 personas residentes en el barrio Santa María de Los Ángeles , en la comuna El Poblado, evacuaron sus viviendas o sitios de trabajo para poder hacer el derribamiento controlado, un proceso a cargo de la empresa Atila Demoliciones , la misma que estuvo a la cabeza del derribamiento de los edificios Space y Bernavento.
Cuando las condiciones de seguridad fueron verificadas se procedió con la demolición, pasadas las 11:00 a.m. En horas de la mañana la Alcaldía de Medellín y las autoridades locales rindieron un sentido homenaje a las familias de las víctimas de la violencia generada por las bandas del narcotráfico en Medellín.
Carlos Enrique Parejo habló en nombre de las víctimas. "Rendirle culto o admiración al narcotráfico, y a la cultura de la violencia y la corrupción que ese flagelo a expandido, es como infringirle una herida mortal al corazón mismo de la nación colombiana, encadenar a las nuevas generaciones a un pasado sangriento", dijo. Y añadió: "Que triste ver esa irresponsable apología reflejada en la iconografía de algunas series televisivas".
En un mensaje en video del presidente Iván Duque, el mandatario señaló que este viernes "cerramos un oscuro capítulo", y celebró el espacio que rendirá homenaje a las víctimas en lugar del edificio Mónaco.
Juntos decimos nunca más, nunca más, nunca más. ¡Qué viva Medellín!", añadió Duque.
El alcalde Federico Gutiérrez señaló, en su intervención, que el mundo conoció la ciudad "por lo que nunca nos debió conocer". "Por todos los que nos abandonaron antes de tiempo estamos hoy aquí (...) estamos aquí porque no hay justicia mientras sean más conocidos los verdugos que los nombres de las víctimas".
El sonido de las alarmas marcó el fin del edificio, que fue vivienda de Escobar y su familia, recordado por sus lujos y por ser foco de atentados en la época más sangrienta de la ciudad.
Todavía en los recuerdos de muchos vecinos del sector están los atentados con explosivos que sufrió el sitio. El primero fue en 1988, contra el propio Escobar. En el 2000, cuando el lugar era sede de la Fiscalía, se presentó uno más; sin embargo, la estructura siempre se mantuvo en pie.