En octubre pasado, un barco de inmigrantes kurdo-iraníes naufragó en su intento de llegar a las costas de Reino Unido desde Francia.
Cuatro de los cinco miembros de una misma familia fallecieron en el Canal de la Mancha y sus cuerpos fueron localizados, pero desde entonces, el destino del menor de ellos, Artin, un bebé de 15 meses, se volvió un misterio.
Ahora, casi ocho meses después, su cadáver ha sido identificado a cientos de kilómetros del lugar donde se ahogó su familia.
Tras realizar un análisis de ADN, la policía de Noruega confirmó este lunes que el cadáver del niño había recalado en las costas del país el día de Año Nuevo pasado.
Según las autoridades noruegas, los restos del bebé serán repatriados a su país de origen, donde recibirán sepultura junto a los de sus familiares.
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La policía de Noruega dijo que el cuerpo había sido encontrado en la costa suroeste del país cerca de Karmoy por dos agentes que hacían una ronda.
Camilla Tjelle Waage, jefa de investigaciones policiales, le contó a la BBC que el suceso generó mucha incertidumbre, dado que no se había reportado la desaparición de ningún niño en Noruega ni ninguna familia se había puesto en contacto con la policía.
"El mono azul (que vestía el bebé) tampoco era una marca noruega y eso indicaba que el bebé no era de aquí", añadió.
Tras meses de búsqueda de pistas, la policía se puso en contacto con familiares de Artin que vivían en Noruega y obtuvieron una muestra de ADN.
"Profesionales calificados en el departamento de ciencias forenses del Hospital de laUniversidad de Oslo lograron recuperar perfiles de ADN coincidentes", dijo un comunicado de la policía.
Nihayat, tía de Artin, fue el primer pariente con el que habló la policía noruega.
"Estoy feliz y triste", le dijo a la BBC el lunes.
"Feliz de que finalmente se encontraran los restos de Artin, y triste porque nos dejó para siempre".
Shavin, otra tía del niño que vive en Suiza, dijo que quería que "se reuniera con el resto de su familia" y que completaría el papeleo para facilitar la repatriación del cuerpo a Sardasht.
El barco que transportaba a la familia se hundió en el Canal de la Mancha el 27 de octubre.
Rasoul Iran-Nejad y Shiva Mohammad Panahi, ambos de 35 años, Anita, de nueve y Armin, de seis, murieron durante el naufragio.
La familia era de la ciudad de Sardasht, en el oeste de Irán, cerca de la frontera con Irak.
Se cree que pagaron a un contrabandista al menos 7 mil dólares y estaban cruzando con otras 23 personas en el barco sobrecargado, luego de que en dos ocasiones no pudieran ingresar a Reino Unido en tren.
Otros 15 inmigrantes fueron trasladados al hospital y el fiscal francés abrió una investigación sobre el hundimiento en Dunkerque.
Poco después del naufragio, la BBC tuvo acceso una serie de mensajes de texto que se cree fueron enviados por Mohammad Panahi, incluido uno que reconocía el peligro de cruzar el Canal de la Mancha en barco, aunque aseguraba: "No tenemos otra opción".
"Si queremos ir en un camión, es posible que necesitemos más dinero del que tenemos", decía un segundo mensaje.
En otro escribió: "Tengo mil dolores en mi corazón y ahora que me fui de Irán me gustaría olvidar mi pasado".
La familia había salido en agosto de 2020 de Irán hacia Turquía, donde se reunieron con traficantes de personas que luego los llevaron hasta Italia y de allí al norte de Francia.
En un campamento en Dunkerque, otro refugiado, Bilal Gaf, dijo que la familia permaneció cerca de su tienda durante tres o cuatro días antes de irse, y describió a Artin como un niño muy "popular" entre los que se quedaron en el campamento.
"Era un bebé muy feliz", dijo, mostrando fotografías de él mismo con el niño, tomadas unos 10 días antes.
"La gente está triste, pero ¿qué podemos hacer? Nada. Solo llorar".
Miles de refugiados kurdos- iraníes ponen sus vidas en manos de traficantes para intentar llegar a Europa cada año.
La región kurda de Irán se ha enfrentado tanto a la persecución política como a una gran disparidad económica.
Entre 25 y 35 millones de kurdos habitan una región montañosa que se extiende a ambos lados de las fronteras de Turquía, Irak, Siria, Irán y Armenia.
Constituyen el cuarto grupo étnico más grande de Medio Oriente, pero nunca han obtenido un estado nacional permanente.
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