Bruselas.— Los líderes de la Unión Europea acuden hoy (jueves) a la ciudad rumana de Sibiu para dar el pistoletazo de salida al debate para delimitar la “agenda estratégica” comunitaria de los próximos cinco años.
El marco operativo será adoptado en definitiva en junio y constituirá la base de trajo de la próxima Comisión Europea, que en principio deberá entrar en funciones durante el último trimestre del año.
Las discusiones arrancarán sobre la base de un borrador que abarca cuatro ejes principales: la protección de la ciudadanía y sus libertades, la promoción de los principios fundamentales de la Unión, el fortalecimiento económico y la conservación del medio ambiente y el modelo de inclusión social.
Si bien cada uno de estos apartados está compuesto por varios subtemas, entre otros, la defensa del multilateralismo y el combate a la migración ilegal, todos persiguen como objetivo alcanzar una mayor integración en un contexto de recortes al presupuesto financiero colectivo. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, prevé que el encuentro finalice con la adopción de la Declaración de Sibiu, la cual “deberá enviar un mensaje de unidad y confianza en nuestras acciones colectivas”.
La ministerial llega en un momento clave para el club comunitario. Dentro de dos semanas los ciudadanos comunitarios acudirán a las urnas para elegir a los nuevos miembros del Parlamento Europeo; se prevé que los socialistas y populistas se mantengan como las dos principales fuerzas políticas, aunque los sondeos anticipan un crecimiento sustancial de las agrupaciones euroescépticas.
También tiene lugar en un contexto de incertidumbre sobre los términos en los que el Reino Unido pretende abandonar el bloque. La premier británica, Theresa May, quien no estará presente en la ciudad rumana, está empeñada en la salida, a pesar de que su plan fue sepultado por la mayoría de los miembros de la Cámara de los Comunes.
El bloque igualmente se prepara para el juego de poder que implica el nombramiento de los próximos titulares del Consejo Europeo, Comisión Europea y Banco Central Europeo; así como la repartición de las carteras del Ejecutivo Comunitario.
De acuerdo con el Sistema Europeo para el Análisis Estratégico y Político (ESPAS por sus siglas en inglés), un proyecto interinstitucional de la UE, durante la próxima década se definirá el futuro de Europa y su papel en el mundo.
Sostiene que de las decisiones que se tomen hoy, dependerá si la UE termina por convertirse en una potencia de tamaño medio acorralada entre dos ejes de poder, China y Estados Unidos.
De entrada, Europa ya va rezagada con respecto a China y Estados Unidos en cuanto a las tecnologías emergentes que están redefiniendo el poder global, como es la inteligencia artificial y la informática cuántica. “Europa es un actor global clave en muchas áreas, pero el mundo ya no es eurocéntrico, ni lo será en el futuro. Habrá menos europeos, serán de edad avanzada y relativamente más pobres mientras que el resto del mundo emerge”, sostiene en su informe sobre tendencias globales en el horizonte 2030.
El ESPAS señala que los europeos tienen dos opciones: permanecer como observadores mientras el futuro es moldeado por otros en detrimento de sus intereses, o actuar de manera conjunta y decisiva para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades.