Buenos Aires.— Los líderes del mundo se reúnen a partir de hoy en Buenos Aires en medio de una encrucijada global marcada por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y potencias como China y la Unión Europea, además de escándalos y choques diplomáticos.
Ayer, a lo largo del día, llegó a la capital argentina el grueso de jefes de Estado y de gobierno de los Estados que integran el G20 —las 20 economías más desarrolladas y emergentes—, así como de los países invitados y los representantes de organismos como Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El reto de Argentina es lograr que los asistentes a la cita, principalmente los mandatarios de Estados Unidos, Donald Trump; China, Xi Jinping; Rusia, Vladimir Putin; Alemania, Angela Merkel, y Francia, Emmanuel Macron, puedan llegar a acuerdos en al menos tres puntos considerados prioritarios: el futuro del trabajo, infraestructura para el desarrollo y un futuro alimentario sostenible.
Sin embargo, hay temas que amenazan con robar la atención. Ayer los presidentes de Argentina y Francia admitieron que la polémica que rodea al príncipe heredero de Arabia Saudita por su presunta responsabilidad en el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, podría convertirse en uno de los temas conflictivos.
En conferencia de prensa, Macron sostuvo que el asesinato de Khashoggi, quien era columnista de The Washington Post, “es muy grave y quiero que las investigaciones, tanto en Turquía como en Arabia Saudita, sigan y así se pueda aclarar la situación tanto para la familia como para la comunidad internacional”.
El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salmán, participa en la cumbre en medio de denuncias en su contra de la organización Human Rights Watch, lo que determinó la intervención de la justicia argentina para dilucidar si abre una causa en su contra.
Otro invitado envuelto en polémica es Vladimir Putin. Su reunión con el presidente estadounidense era uno de los “platos fuertes” de la cumbre, pero ésta fue cancelada ayer por la mañana.
Trump argumentó la crisis que enfrenta a Rusia y Ucrania, luego de que el domingo pasado tres buques de la Armada ucraniana fueran retenidos por guardacostas rusos, en el Mar Negro.
“Basándome en el hecho de que los barcos y los marineros no han sido devueltos a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes involucradas cancelar mi reunión previamente programada en Argentina con el presidente Vladimir Putin”, escribió Trump en Twitter.
El agravamiento del conflicto entre Rusia y Ucrania forzó al presidente estadounidense a tomar distancia con Putin. Europa y Naciones Unidas (ONU) ya han condenado las acciones de Moscú.
Además, la Casa Blanca anunció que Trump tampoco tendrá reuniones formales con los líderes de Turquía y Corea del Sur y sólo hablará con ellos informalmente.
Así, el encuentro más importante será el que mantengan Trump y el presidente Xi, quienes tienen programada una cena el sábado en Buenos Aires, la cual se da en el marco de una escalada de aranceles comerciales iniciada por Estados Unidos.
Analistas dudan que se logren acuerdos importantes, pero si ambas partes acceden a un “cese de hostilidades” será positivo. “Ya sea que se estrechen las manos y anuncien algún tipo de acuerdo, o no, no creemos que suceda nada sustancial en el conflicto comercial entre EU y China”, dijo Willis Sparks, director de macropolítica global en la consultora Eurasia Group.
Otro evento importante será la trilateral entre Trump, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para firmar el Tratado México-EU-Canadá (T-MEC).
La agenda europea. No es casualidad que Macron haya sido el primer mandatario en llegar a Buenos Aires, el miércoles en la noche. El jefe de Estado francés se percibe a sí mismo como representante de una nueva generación de estadistas mundiales y busca rescatar la idea de la cooperación internacional que representa el G20.
Europa se encuentra en una posición débil y la tarea principal de Macron será asegurarse de que la voz del viejo continente se escuche y no se diluya en vista de las divisiones internas.
Buscará impulsar una reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para fortalecerla ante los ataques de Trump, y también buscará que la declaración final del G20 incluya un párrafo sobre la lucha contra el cambio climático.
Para la primera ministra Theresa May la visita a Buenos Aires tiene un significado especial, ya que será la primera líder británica en pisar el suelo argentino desde la guerra de las Malvinas, en 1982.
La canciller alemana, Angela Merkel, estará ausente en la apertura debido a que su avión tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia y estaba previsto que continuara su viaje el viernes por la mañana (hora de Alemania) en un vuelo comercial.Se prevé que la cumbre concluya mañana con un documento final centrado en el desarrollo equitativo y sostenible.