Phoenix, Arizona.— Con el mariachi entonando las Mañanitas y mostrando un entusiasmo político semejante al de un adolescente, Nina Félix celebró el haber ejercido su derecho a elegir un presidente de Estados Unidos por vigésima ocasión.
Acudió por primera vez a las urnas durante la contienda electoral que dio el tercer mandato presidencial a Franklin D. Roosevelt, durante los tiempos más oscuros conocidos por la humanidad, en 1940. “Este mes de noviembre cumplo 100 años de vida, y desde mis 18 años he cumplido con mi obligación de votar, siempre demócrata, y seguiré haciéndolo mientas la vida me lo permita”, dice a EL UNIVERSAL.
“Es el partido que más se acerca a mis ideales y principios”, responde a pregunta expresa sobre su constante solidaridad con un partido que, desde 1952, ha sido derrotado en Arizona por los republicanos, a excepción del triunfo de Bill Clinton en 1996.
Quien fuera responsable durante tres décadas de la cafetería de un colegio del barrio North Willow Square, localizado al este del centro de Phoenix, aseguró que su voto a Biden fue un voto con dedicatoria. “Voté pensando en la ciencia y en el personal médico —afirma—. Espero que todos escuchen a los doctores y se informen bien sobre esta pandemia que nos afecta a todos”.
Arizona pasó la jornada electoral registrando un incremento de los casos de hospitalización por Covid-19. El domingo había 918 personas hospitalizadas, por encima de las 875 del día previo. La cifra representa el número más elevado desde agosto.
Mientras Nina daba continuidad a su maratón electoral, con enorme entusiasmo Alexis Delgado García, de 19 años, emprendía la carrera emitiendo su voto por primera vez. “Fue muy emotivo decirle a mi mamá por la mañana que ya salía de casa para ir a votar”, comenta. Es el primero de la familia Delgado García que obtiene el derecho de votar.
Provenientes de Chihuahua, sus padres llegaron a Arizona a los 14 años y a la fecha carecen de documentos y de la capacidad de definir el futuro de este país a través de la participación en las urnas. Alexis nació aquí, junto a sus dos hermanas pequeñas.
“Este voto no representa sólo a los cinco que somos en casa, sino a los millones de indocumentados que no pueden ser escuchados y a los miles de jóvenes con DACA [Acción Diferida para los Llegados en la Infancia] que se encuentran en el limbo (...) El que se ignore a todos estos jóvenes [del DACA] es muy grave, porque la elección de este presidente [Donald Trump] y de cómo se conforme el Congreso repercute directamente en ellos, en la juventud”. El estudiante de Sicología acudió a la casilla ubicada en la avenida Dunplan tan pronto como abrió, a las 06:00 horas.
Para su sorpresa, considerando que de los 4.2 millones de votantes registrados, 2.3 millones lo hicieron por anticipado, se encontró que había gente haciendo fila, alrededor de una treintena.
“Pásele joven, no se espante, la fila avanza rápido”, dice una mujer que acudió a votar con tapabocas y mica protectora anti-Covid. Al ver la fila, el estudiante de Sicología de la Universidad de Arizona reaccionó: “¡Qué chido!”. Interpretó la presencia de tanta gente como una señal del gran interés por ejercer el voto.
“Sabemos que esta administración no es para nosotros, no quiere a la gente de color, nos insulta y discrimina, y su modelo económico sirve a los más ricos. Así que me inspira la gente de color, que pese a todas las adversidades, sigue peleando, luchando, buscando el cambio”, dice el hijo de un padre que trabaja en tres lugares diferentes para poder pagar sus estudios.
Al caer la noche, en un enorme proyector montado en la explanada del cuartel general de Viviendo Unidos por Cambio en Arizona (LUCHA, por sus siglas en inglés), miembros de la organización que movilizó un ejército de mil jóvenes para impulsar el voto en la comunidad latina a favor del cambio observaban con nerviosismo los primeros resultados.
El primer signo positivo llegó minutos después del cierre de las urnas, con la previsión de que 70% de los votantes latinos habrían apoyado a Biden. Después se confirmaba que los electores independientes sí habían acudido a las urnas.
Dos horas y media, tras el cierre de las urnas, la euforia finalmente estalló, cuando en el mapa de Estados Unidos aparecía Arizona en color azul; Biden tenía casi 300 mil votos por delante de Trump. “La lucha de 10 años finalmente ha dado resultados, Arizona se ha pintado de azul. Hoy hemos tomado el control”, afirma Tomas Robles, codirector de la organización Viviendo Unidos por el Cambio en Arizona, en medio de aplausos de los dreamers, madres solteras y activistas. “Es algo increíble, una nueva historia, resultado del liderazgo de jóvenes, la participación de mujeres, especialmente latinas”.
Los comicios habrían dado también la victoria al exastronauta Mark Kelly en el Senado, según datos iniciales. De certificarse, por primera vez desde 1952 dos senadores demócratas representarán a Arizona en el Congreso.
“Si ganamos el Senado será una oportunidad grandísima para pasar leyes que serán mejores para nuestra comunidad latinoamericana”, destaca Robles, mientras que su colega Alejandra Gómez resalta que a partir de este momento “no habrá más lugar para el bullying de Trump en Arizona”.