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San José.— El mapa geopolítico del cono sur de América registró un severo cambio en 2019 tras las elecciones presidenciales del 27 de octubre en Argentina y del 24 de noviembre en Uruguay.
El opositor centroizquierdista Alberto Fernández derrotó en las urnas al derechista Mauricio Macri y le impidió su reelección, por lo que el 10 de este mes asumió la presidencia de Argentina, uno de los países gigantes de América Latina y el Caribe junto con México y Brasil. Con la ex presidenta Cristina Fernández viuda de Kirchner como su vicepresidenta, Fernández gobernará por cuatro años.
Uruguay, entretanto, también protagonizó un cambio, pero en sentido contrario: de la izquierda a la derecha, con la victoria del opositor Luis Alberto Lacalle, del derechista Partido Nacional, sobre el oficialista Daniel Martínez, del izquierdista Frente Amplio. Con el triunfo de Lacalle en segunda ronda, el Frente concluirá en 2020 un periodo de 15 años de control consecutivo de la presidencia de Uruguay que comenzaron en 2005 con Tabaré Vásquez, prosiguieron en 2010 con José Mujica y continuaron en 2015 de nuevo con Vásquez. Lacalle asumirá el 1 de marzo próximo.
La variante registrada en Buenos Aires y la que ocurrirá en Montevideo podrían repercutir en otros escenarios de inquietud hemisférica, como en Venezuela. El cuestionado gobierno de Caracas perdió a un aliado en Uruguay, pero ganó uno en Argentina, porque Macri se unió en enero de este año a numerosos países americanos que desconocieron a Nicolás Maduro como presidente, tras aducir que se reeligió en 2018 en comicios ilegítimos. Tras proclamarse presidente electo, Lacalle acusó a Maduro de ser un dictador. También se produjeron cambios de gobierno en Brasil y Bolivia. En medio de una turbulencia política, Evo Morales renunció el 10 de noviembre a la presidencia boliviana; el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió el 1 de enero la de Brasil.