San José.— Argentina responderá hoy a una colección de inquietantes dudas en la segunda y definitiva ronda de los comicios presidenciales de la tercera economía más grande de América Latina y el Caribe y en una tierra postrada ante un drama social de inflación demoledora y de devaluación implacable: más de 40% de los argentinos sumidos en la pobreza.

¿Se desinflará el sorpresivo globo de ensayo electoral dirigido por el ultraderechista Javier Milei, de violenta ruptura verbal y física con las costumbres políticas, con insultos desmedidos a la derecha, el centro y la izquierda, y que, aunque surgió como aplanadora, defraudó o desencantó en sus expectativas y quedó de segundo en la primera vuelta del 22 de octubre anterior?

¿O demostrará Milei, del opositor partido La Libertad Avanza, que realmente se transformó en un globo político con una suficiente fuerza aplastante para reponerse de la decepción de octubre, cuando se colocó como gran favorito para ganar sin necesidad de la jornada final de hoy, y podrá derrotar al izquierdista y oficialista Sergio Massa para cumplir su promesa de cambiar la historia de Argentina?

¿O finalmente hoy será Massa, de la oficialista Unión por la Patria, el verdadero protagonista principal de la contienda?

¿Se convertirá Massa, ministro de Economía del presidente de Argentina, el izquierdista Alberto Fernández, en la verdadera sorpresa en las urnas y vencerá hoy para lograr el continuismo y sepultar, temporalmente, al candidato que representó el salto al vacío, la zozobra, los temores y las interrogantes socioeconómicas?

Con unos 45 millones 800 mil habitantes, un total aproximado a los 35 millones 912 mil 841 argentinos dará la respuesta hoy y podrá acudir a las urnas a elegir presidente y vicepresidente. En la jornada de octubre eligieron a 130 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados, a 24 de las 72 bancas del Senado y a varios gobernadores.

En la lucha de hoy Massa competirá con el izquierdista Agustín Rossi como candidato a la vicepresidencia, mientras que Milei correrá acompañado de la también ultraconservadora Victoria Villarruel para vicepresidente.

Massa ganó en octubre con 9 millones 853 mil 492, correspondiente al 36,78%, y Milei clasificó de segundo a la batalla de hoy con 8 millones 34 mil 990 sufragios, equivalente al 22,99%, y eliminaron a los restantes tres aspirantes.

La derechista Patricia Bullrich, de la opositora Juntos por el Cambio, se ubicó de tercera con 6 millones 379 mil 23 votos para 23,81%, mientras que el centro—izquierdista Juan Schiaretti, de la coalición centrista opositora Hacemos por Nuestro País, con un millón 802 mil 68 y 6,73% De última llegó la izquierdista Myriam Bregman, del bloque opositor izquierdista Frente de Izquierda y de Trabajadores—Unidad, con 722 mil 661 votos y 2,69%.

En un escenario volátil, Bullrich y su más importante soporte, el expresidente derechista argentino Mauricio Macri (2015—2019), ya pactaron con Milei con la pretensión de endosarle los sufragios que recibió en octubre, pero la maniobra tampoco podría garantizarse en un electorado sensible.

Milei, Bullrich y Macri recurrieron a la calculadora, sumaron y concluyeron que, con los datos de octubre, tendrían hoy más del 53%.Para ganar en octubre se requería del 45% de los votos o, si sólo se conseguía pasar el 40%, obtener más de 10 puntos de diferencia sobre el segundo. Como nadie alcanzó esos mínimos y máximos, solo las dos fórmulas que captaron más sufragios pasaron a la segunda etapa: hoy se triunfará con mayoría simple, sin contar votos blancos ni nulos.

El ganador asumirá el 10 de diciembre venidero, exactamente a los 40 años del final de la dictadura militar derechista que gobernó de 1976 a 1983 y del inicio del retorno a la democracia, y gobernará por 48 meses.

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El rompecabezas

Después del 22 de octubre, Milei se acercó a Bullrich como su más próximo referente ideológico y al expresidente Mauricio Macri (2015—2019), el más importante socio de esa excandidata. Bullrich y Milei se reunieron a esos días finales de octubre y se pidieron perdón por los ataques de campaña. Bullrich le prometió el apoyo convencida de que su 23.81% de la primera ronda sumado al 29.99% de Milei sumarán 53.80% que bastará para derrotar a Massa. Pero lo que hoy se demostrará será si los votos de Bullrich podrán endosarse a Milei por la simple ruta de un arreglo entre cuatro paredes entre tres personas.

Para el politólogo y analista político argentino Gustavo Córdoba, director de la (no estatal) empresa de opinión pública Zuban Córdoba, Milei “no se desinflará”.“El pacto con Macri le ha aportado estructura e influencia que antes no contaba. Ciertamente ha perdido algo de centralidad, pero está en condiciones de triunfar, pese a sus actitudes antidemocracia. Quizás ese sea el ángulo de análisis más relevante, y (la) pregunta sería si fuimos, en democracia, demasiados tolerantes con los intolerantes”, dijo Córdoba a EL UNIVERSAL.

Con Milei “favorito, desde las matemáticas”, porque con Bullrich “en teoría” contaría con casi 54%, el contexto exhibió que “la situación económica siempre es determinante en materia electoral. Sería una sorpresa y algo inédito que un oficialismo, con la situación económica de Argentina, pueda tener chances de continuidad”, pronosticó. “Massa depende de múltiples factores para ser presidente. Hay que advertir que solo porque Milei es un pésimo candidato, sin la mínima condición política, emocional, intelectual, experiencia, Massa conserva aún chances de triunfo en este balotaje”, describió.

Con diferentes factores en juego, como la movilización electoral en Buenos Aires como bastión oficialista, prosiguió, el resultado “depende de los reflejos democráticos de la sociedad argentina, que tiene que definir el próximo presidente, entre estos ejes dramáticos: ira versus miedo”, pero “perfila como de gran amplitud para Milei”.Massa se enfrentará a la persistencia de los elementos socioeconómicos adversos. La cifra oficial de pobreza en Argentina subió de unos 16 millones 700 mil argentinos, o 36,5% de la población, a junio de 2022, a unos 18 millones 365 mil o 40,1% en septiembre de 2023.

Los números oficiales mostraron que la inflación o el índice de precios, que cerró en 94% en 2022, llegó a 138% de septiembre de 2022 a septiembre de 2023. La devaluación se convirtió en otro dilema de los argentinos.

Moody’s, agencia estadounidense calificadora de riesgos económicos, planteó en un informe de la primera semana de este mes que “la inacción del gobierno (de Fernández) para frenar los desequilibrios está conduciendo a un entorno económico cada vez más insostenible”. Al precisar que la pobreza infantil se ubicó en 56.2%, anticipó que la inflación aumentaría hasta 275% en 2024, frente al cierre cercano al 150% en 2023, y que el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá este año una contracción del 3,5% y de 2,5% en 2025, con un “tibio crecimiento” de 1,5% en 2025. La economía creció 10% en 2021, pero cayó en 2022 a 5,2%, según registros oficiales.

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El antagonismo

Abogado, casado, con dos hijos, jefe de gabinete de julio de 2008 a julio de 2009 en el primer gobierno de la presidenta izquierdista Cristina Fernández viuda de Kirchner (2007—2015), presidente de la Cámara de Diputados de diciembre de 2019 a agosto de 2022, Massa llegó a la pelea de hoy con rostro de continuismo.

Economista, en unión sentimental libre y sin hijos, diputado desde 2021 y polémico personaje mediático, Milei arribó a la contienda ataviado en la ruptura con el tradicionalismo al que acusó de corrupto y prometió reducir el aparato estatal, recortar el gasto público, como el social, bajar el déficit de las finanzas públicas, dolarizar la economía y cerrar 11 ministerios y el Banco Central.

“Es posible que los estratos sociales que Milei haya activado ideológicamente sigan activos, porque puso en discusión temas de la agenda pública que hasta ahora nadie se había animado a hacerlo. Y eso ha encontrado eco, sobre todo las propuestas más estrambóticas”, aseveró el politólogo y analista político argentino Facundo Cruz, miembro del (no estatal) Centro de Investigación para la Calidad Democrática.

“Han encontrado eco en porciones pequeñas del electorado, no muy grandes. Pero (…) hay un electorado que (les) presta atención (…) y está dispuesto a discutir temas que Argentina ha encontrado consensos hace 40 años. Es posible que esos sectores (…) sigan atentos a esa agenda. Pero la gran pregunta es si Milei los va a seguir liderando si pierde las elecciones. Ahí tengo mis dudas”, declaró Cruz a este periódico. “El escenario (electoral) está totalmente abierto. Unión por la Patria (de Massa) demostró gran capacidad de recuperación entre las primarias (13 de agosto de 2023), en las que tuvo un mal resultado, y la primera vuelta, que tuvo en mejor resultado. Eso sin duda lo encolumnó (a Massa) para ser actor competitivo en la segunda ronda”, describió.

Al destacar que Milei ganó en la disputa “por ver quién es el opositor más real al actual gobierno”, refirió que “las encuestas muestran que tres de cada cuatro votantes de Bullrich estarían votando por Milei. Eso implica que el acuerdo entre Macri y Milei cayó bien en la base electoral (de Bullrich)”. “Dado ese escenario, hay total paridad. Muy probablemente sea (la segunda vuelta) más ajustada en la historia del país”, señaló, al citar que hubo una etapa similar en 2015, cuando Macri venció al oficialista Daniel Scioli, vicepresidente en la presidencia, de 2003 a 2007, de Néstor Kirchner (1950—2010) y afín a la viuda de Kirchner.

Tras sugerir la diferencia sería “de un punto” en una lucha “muy cerrada” como “nunca” en la historia de Argentina, mencionó que Massa “recuperó terreno y lo ha emparejado” en las encuestas. El campo está listo para el juego: Argentina responderá hoy a todas las interrogantes.

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