El gobierno de Argentina anunció este martes que llegó a un acuerdo con tres grupos de acreedores extranjeros para reestructurar 65 mil millones de dólares en deuda extranjera.
Con la firma de este acuerdo el país podría salir del default o cese de pagos en el que entró en mayo pasado, el noveno en su historia.
Argentina y sus principales acreedores privados informaron a través de un comunicado conjunto que "llegaron a un acuerdo en el día de la fecha que les permitirá (...) apoyar la propuesta de reestructuración de deuda de Argentina y otorgarle a la República un alivio de deuda significativo", según publicó el Ministerio de Economía argentino en su cuenta de Twitter.
El Ministerio argentino también dijo que extenderá hasta el 24 de agosto el plazo que expiraba este martes para que los acreedores acepten formalmente el nuevo acuerdo.
Los detalles del acuerdo deberían darse a conocer en las próximas horas.
Tras el anuncio de este martes, las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street abrieron con subas de hasta el 9% y los bonos argentinos registraron alzas del 10%.
Los tres principales grupos de bonistas que negociaron con el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, son el Grupo Ad Hoc -integrado por los fondos de inversión BlackRock, Fidelity y Ashmore, entre otros-; el Grupo Exchange -que incluye al fondo Monarch-, y el Comité de Acreedores de la Argentina.
Según los analistas, con el apoyo de esos grupos, el gobierno argentino tendría asegurado el respaldo necesario para avanzar con la reestructuración de los bonos que operan bajo la legislación de Nueva York sin correr el riesgo a enfrentar litigios.
Según señala desde Buenos Aires la periodista de BBC Mundo Veronica Smink, se trata de la primera buena noticia económica que recibe el presidente Alberto Fernández desde que asumió en diciembre pasado.
Fernández heredó un país que ya llevaba cerca de dos años de recesión, y con una de las inflaciones más altas del mundo: casi 54% en 2019. Además, desde 2018 Argentina no tenía acceso a los mercados para financiarse.
En ese escenario, la llegada de la pandemia del coronavirus, en marzo pasado, y la decisión del gobierno de imponer una de las cuarentenas más largas y estrictas del mundo -que aún continúa después de más de cuatro meses y medio- llevó al país al peor hundimiento económico de su historia.
Muchos economistas consideran que este acuerdo era un paso ineludible para empezar a salir del pozo en el que se hundió el país, señala Smink.
Si bien los bonistas extranjeros representan apenas el 20% del total de la deuda pública argentina -que asciende a unos 320 mil millones de dólares- este grupo representaba el escollo más difícil a la hora de renegociarla.
El gobierno ya anticipó que aplicará el mismo acuerdo con el resto sus acreedores privados locales, algo que ya fue aprobado por el Senado y espera la sanción de la Cámara de Diputados.
Más información en breve.
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