Londres/Berlín.— El gobierno británico teme que la variante del coronavirus que detectó en su territorio, más contagiosa, sea además más mortífera, mientras que Alemania anunció la aparición de la variante brasileña en su territorio.
El primer ministro británico, Boris Johnson, echó otro balde de agua fría a su población, sometida a un nuevo confinamiento. “Ahora también parece haber algunos indicios de que la nueva variante, la que se identificó por primera vez en Londres y el sureste [de Inglaterra], puede estar asociada a una mayor mortalidad”, aseguró en rueda de prensa en Londres.
Alemania, que endureció las restricciones a su población, anunció algo inquietante, el primer caso de la denominada cepa brasileña del coronavirus, particularmente infecciosa.
Alemania anunció el cierre de restaurantes, cafeterías, recintos deportivos y culturales, escuelas y todos los comercios considerados no esenciales, al menos hasta el 14 de febrero. Bélgica prohibió los viajes no esenciales al extranjero, con la amenaza de multas y controles en las fronteras.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Pfizer anunciaron ayer un acuerdo para aportar 40 millones de dosis de la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer para los países más pobres, a través del sistema Covax.
AstraZeneca informó a la Comisión Europea que, tras la aprobación de su vacuna contra el coronavirus por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la cual se espera a finales de mes, no podrá entregar inicialmente la cantidad de dosis prevista.