Un pederasta británico de 33 años, encarcelado por haber cometido incontables crímenes de abuso sexual contra menores en Malasia, ha aparecido muerto a puñaladas en su celda en una prisión de York (Inglaterra), informan este lunes medios locales.
Richard Huckle, de Ashford (Kent),
llegó a abusar de más de 200 niños y se hacía pasar por trabajador voluntario para engatusar a los pequeños.
En 2016, fue condenado a 22 cadenas perpetuas tras declararse culpable de 71 cargos de abuso sexual contra pequeños de entre seis meses y 12 años, entre 2006 y 2014.
Al parecer, el pederasta fue agredido en su celda el pasado domingo en la cárcel de Full Sutton en el transcurso de un incidente que los agentes tratan como " sospechoso ".
Durante el proceso judicial que culminó con su encarcelamiento en 2016, se hallaron en el ordenador de Huckle más de 20 mil fotografías y vídeos en los que se le veía cometiendo los abusos, un contenido que compartió con otros pederastas de todo el mundo mediante la " internet oscura ".
Los investigadores detectaron que, en el momento de su detención, en 2014, Huckle, que trabajó como fotógrafo autónomo, estaba elaborando un " manual del pedófilo " que pensaba divulgar online.
Al final del proceso judicial, el juez Peter Rook afirmó que la sentencia de Huckle era un reflejo de " la abominación pública " que supuso su " campaña " de violaciones.
" Es muy raro que un juez tenga que sentenciar ofensas sexuales cometidas por una sola persona de tal magnitud ", apuntó el magistrado.
El hombre, que se presentaba como cristiano practicante y visitó Malasia por primera vez cuando tenía 18 o 19 años, fue detenido en el aeropuerto británico de Gatwick por efectivos de la Agencia Nacional del Crimen en diciembre de 2014, tras recibir un aviso de las autoridades australianas.
shgm