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Madrid.— El Parlamento español dio ayer el primer paso para despenalizar la eutanasia y regular como un derecho la ayuda médica para morir, siempre que se cumplan ciertos requisitos y circunstancias, según el proyecto de ley aprobado por el Congreso, que reconoce la objeción de conciencia de los médicos, y que deberá ratificar el Senado.
El proyecto, que fue respaldado por el gobierno de coalición de izquierda y otros partidos, fue aprobado en una votación de 198-138. El conservador Partido Popular y el de extrema derecha Vox votaron en contra. La iniciativa continuará su camino, enfrentando una votación en el Senado, donde también se espera su aprobación. Según el proyecto, la norma no entrará en vigor hasta tres meses después de su publicación en el Boletín Oficial.
¿Cómo funcionará?
De acuerdo con la iniciativa, podrá solicitar la prestación sanitaria gratuita de la ayuda médica cualquier español mayor de edad con residencia en España “en plena capacidad de obrar y decidir”, y que lo haga de forma autónoma, consciente e informada.
Se podrá pedir siempre que se padezca un sufrimiento físico o síquico que considere intolerable por padecer una enfermedad grave e incurable con un pronóstico de vida limitado o un padecimiento grave, crónico e imposibilitante, sin posibilidad de curación o mejoría apreciable.
Si el paciente no se encuentra en el pleno uso de sus facultades ni puede prestar su conformidad libre, voluntaria y consciente, debe haber suscrito con anterioridad unas instrucciones, testamento vital, voluntades anticipadas o documentos equivalentes legalmente reconocidos. El paciente, que deberá confirmar la voluntad de morir al menos cuatro veces, ha de formular dos solicitudes escritas voluntariamente con un intervalo mínimo de 15 días, aunque el médico responsable del caso puede acortar el plazo si considera un riesgo “inminente” de “pérdida de la capacidad” del enfermo para otorgar el consentimiento informado. El enfermo podrá revocar la solicitud en cualquier momento o pedir el aplazamiento.
Después de cada solicitud, el médico realizará con el paciente un proceso deliberativo sobre su diagnóstico, posibilidades terapéuticas y resultados esperables, así como sobre posibles cuidados paliativos. Luego se volverá a preguntar a la persona si desea desistir o seguir. El facultativo responsable deberá consultar el caso con un médico consultor, que tendrá 10 días para corroborar el cumplimiento de las condiciones.
Antes de la eutanasia, el médico responsable comunicará el caso a una comisión de garantía y evaluación. Dos miembros de la misma, un profesional médico y un jurista, verificarán si se cumplen los requisitos de la ley. Tras la firma del consentimiento informado, el paciente deberá comunicar al médico responsable cómo quiere la ayuda para morir (en un centro sanitario o el domicilio): que el personal médico le administre directamente una sustancia o que se la prescriba o facilite, para que se la pueda autosuministrar. En ambos, el médico y profesionales estarán con el paciente hasta el momento de morir.